El complejo de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) procesó durante el último año un total de 505.520 kilos de distintos materiales que que vuelven a la industria como materia prima para la fabricación nuevos productos.
La cifra representa un incremento de un 13% respecto al año anterior, lo que marca un importante aporte en la recuperación de residuos, en el marco de las políticas ambientales que lleva adelante el municipio.
Se trata de elementos como chatarra, cartón, nylon, envases pet y botellas plásticas de todo tipo que son entregados a empresas recicladoras, clasificados y enfardados a partir del trabajo diario que se realiza en el complejo y gracias a la colaboración de grandes generadores y de los vecinos que separan en origen en sus domicilios.
“En 2020 fueron casi 202 toneladas; en 2021, 327; en 2022, 447 toneladas y media; y en 2023 superamos los 505.000 kilos” detalló Garmendia
Además, durante el último año se recuperaron 45.000 litros de aceite de cocina usado, recolectado por los comercios gastronómicos y vecinos que colaboran llevando sus bidones al Taller Protegido.
Este residuo, informaron, se transforma en combustible ecológico Biodiesel; mientras que las tapas plásticas son donadas a la ONG AyudaLe de Bahía Blanca.
“La separación de los residuos en orgánicos o húmedos e inorgánicos o secos y reciclables es de vital importancia para que el programa crezca y el porcentaje de recupero sea cada vez mayor”, recalcó la funcionaria.
Desde el municipio se recordó que existen en toda la ciudad estaciones ambientales y cestos para la separación; además de brindarse el servicio de recolección diferenciada de residuos de manera diaria.