La Loica Pampeana es un ave típica de Sudamérica, oriunda de los pastizales pampeanos. Sin embargo, durante el último siglo ha mermado su población y, según los expertos en conservación, su situación es «crítica».
A propósito, desde la ONG Aves Argentinas se trabaja en su conservación dada la alta probabilidad de extinción de la especie, siendo el ave perjudicada por la actividad agropecuaria y la urbanización, al mismo tiempo.
Para Aves Argentinas, que tiene 107 años de existencia y se registra como la ONG ambientalista más antigua en América del Sur, siempre ha sido prioridad conservar a la Loica Pampeana, una de las tres especies de aves de pecho colorado, junto a la Loica Común y el Pecho Colorado Chico.
Del lado brasileño ya es una especie en extinción y en Uruguay solo existe una población muy reducida con riesgo de desaparecer. Por eso, en 2021 realizaron un censo para conocer la situación de la especie, confirmándose una significativa reducción de la población en Argentina.
«La comparación con los censos anteriores nos mostró que la especie había reducido su distribución en un 80% desde la década de 1990 y en un 30% desde la década de 2010 y que sus números poblacionales habían caído un 75% desde 1996», dio a conocer recientemente la institución a través de un comunicado de prensa. Según datos publicados por naturalistas, en 1881, la Loica Pampeana era una de las aves «más vivas y abundantes» de las pampas.
Los pastizales naturales son el hábitat de la Loica Pampeana. Las pequeñas poblaciones que sobrevuelan el territorio nacional, se localizan en Saavedra, específicamente en el predio de La Josefina en la estancia Cabaña Las Lilas, en la región del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, sitio donde se concentran las labores de conservación que lleva a cabo la organización Aves Argentinas, voluntarios de la zona y la empresa ganadera Las Lilas.
– ¿En qué consisten las labores de conservación de la Loica Pampeana al suroeste de la provincia de Buenos Aires?
– Estamos trabajando en la estancia La Josefina donde la mitad de su dimensión son pastizales naturales. En estos pastizales, hace años se encuentra la población más grande que hoy queda en Argentina de la Loica Pampeana. En 2021 comenzamos a trabajar con la empresa dueña del campo, Las Lilas, para ver en qué estado estaba la población de la especie y reducir la depredación de la misma. La colocación de jaulas sobre los nidos es una técnica de conservación, probada anteriormente con otras especies de aves, que evita el ataque de zorrillos a los huevos y pichones.
Si bien los resultados preliminares demostraron que muchos pichones lograron sobrevivir hasta abandonar el nido, Neyra explica a Bichos de Campo que esto no es sinónimo de éxito, porque «cuando una población está muy amenazada de extinción, hay que ver si está reclutando juveniles para reproducirse y estos a su vez continúen aumentando la población», refiere.
– Ya son tres años consecutivos en que vienen trabajando desde Aves Argentinas para aumentar la población de la Loica Pampeana ¿Durante el año en curso, qué estrategias tienen previstas, para que se mantenga o crezca la especie?
– Estamos trabajando para que haya juveniles, estos son imprescindibles para la reproducción. Además, procuramos que no haya un pastoreo muy intensivo en la zona donde nidifica la Loica. La empresa Las Lilas se comprometió a clausurar un área de aproximadamente 30 hectáreas, donde se ha comprobado que las Loicas eligen para nidificar hace dos años. La idea es lograr que la población reclute juveniles para la reproducción.
Candelaria Neyra enfatiza que las acciones de conservación no son medibles a corto plazo, menos en una población de aves que a la fecha apenas roza los mil ejemplares. Pero asegura que es el campo La Josefina el lugar idóneo para conservar a la Loica Pampeana y que siga siendo un ave de la fauna argentina.
«Hemos visto que a la finca volvieron pichones que anillamos durante el invierno pasado. Algunos de los pichones que protegimos sobrevivieron y estaban dentro de la bandada. Un gran porcentaje de la población de Argentina y del mundo está usando los pastizales de la Josefina durante el invierno», finalizó la especialista.
Fuente, Liudmila Pavot, en el sitio Bichos de campo