En estos días se están colocando en la peatonal Dufaur, entre Av. Argentina y Faro Recalada, dos palmeras a título decorativo, que fueron extraídas de un terreno que un señor (jubilado como contador del municipio) donó al erario público.
Para darle utilidad, en virtud de que iban a ser eliminadas para construir en el lugar, se extrajeron de ese terreno ubicado en Majluf y San Lorenzo y se colocaron en sendos canteros en la mencionada peatonal.
Este hecho produjo un sinfín de comentarios en la red social más visitada por la gente de mediana edad, Facebook. Algunos se escandalizaron por el gasto, planteando cuánto habría sido el gasto para el municipio, ya que todos saben que son caras. Esta duda quedó despejada cuando se aclaró el origen.
Pero también surgieron las voces cuestionadoras de este tipo de acciones que embellecen el sector céntrico como prioritario, de acuerdo a la interpretación que hacen algunos, quienes también se preguntan por qué no se invierte igual energía y dinero en las problemáticas de los barrios, mencionando algunas como la iluminación, cordón cuneta, etcétera.
Trataremos nosotros de no hacernos ecos de los variados y verosímiles reclamos de residentes y no residentes, en este tiempo de cuestionamientos y reproches.
Pero yendo un poco más allá de nuestra frontera, en Miami por ejemplo, lugar icónico de playa y palmeras, las mismas van a ser eliminadas.
“Las palmeras no secuestran carbono al mismo ritmo que nuestro dosel de árboles nativos y no brindan sombra, no refrescan las calles y veredas para ayudar a contrarrestar el efecto de isla de calor urbano que ofrece el dosel arbóreo”, dijo Penni Redford, gerenta de cambio climático y resiliencia de la ciudad de West Palm Beach, al norte de Miami, citado por la cadena CNN.
La propuesta más que válida es la colocación de árboles autóctonos, que además de ser los propios del lugar, son mucho más eficientes a la hora de ocuparnos del cambio climático. Se piensa en árboles de hojas anchas, que hacen mejor su trabajo de producción de oxígeno.
Así que, más allá de la polémica por el popular par recién cambiados de domicilio, una vez más, deberíamos tener en cuenta la revalorización de nuestro espacio natural y, mucho más, apuntando siempre a no incidir negativamente en el cambio climático.