Horas eternas de pánico e incertidumbre vivió la ciudad de Bahía Blanca y la región debido al desastre climático sucedido. Gran cantidad de lluvia y sus consecuencias desastrosas.
La ciudad destruida, al menos 16 muertes y una región devastada por los destrozos causados. Causa una tristeza tremenda ver la gente que ha perdido todo, cuyas casas quedaron llenas de agua y con daños irreparables. Corte de energía eléctrica, preocupación por los familiares y amigos, sin conexión telefónica, incertidumbre y desazón. Una realidad devastadora.
¿Cómo se recupera una ciudad de semejante catástrofe? Más allá de la cantidad de dinero necesaria, la mano de obra y la reconstrucción, la contención social y la solidaridad son fundamentales.
Lo sucedido se considera un desastre natural. Se denomina así a las inundaciones, terremotos, tormentas, olas de calor, derretimiento de hielos, y aunque nuestra región no es zona de huracanes o ciclones, no ha estado exenta de inundaciones.
Si bien estos son desastres naturales ampliamente reconocidos, también deben mencionarse otros como sequías, emanación de cenizas, incendios, temporales, tornados, tormentas de nieve, deslizamientos, erupciones volcánicas, epidemias y pandemias.
Las catástrofes naturales son acontecimientos inevitables y movilizadores. Sin embargo, no podemos ignorar el cambio climático que, según los expertos, potencia la fuerza de los desastres ambientales. Es por eso que las catástrofes también conllevan la falta de prevención, la agresión desmedida al ambiente con la contaminación del suelo, el aire y el agua, la tala indiscriminada de bosques y el uso irracional de los recursos naturales. Puede no parecer el momento de hablar de esto, pero justamente lo es, porque estamos atravesando las consecuencias de décadas de desidia ambiental.
Las generaciones más jóvenes nos juzgan con su dedo acusador. Señalan a las generaciones precedentes que abusaron del uso de los recursos, que no valoraron ni cuidaron el suelo, el agua ni el aire, que explotaron y vendieron recursos provocando desequilibrios ambientales, que avanzaron sin pensar en el daño ni en el cuidado del planeta. Muchos nos han advertido sobre esto durante décadas, pero nos ha costado dar credibilidad a este relato y tomar conciencia.
En educación, el «Ambiente» está incluido como eje transversal. Será hora de poner más el acento en este tema y cambiar la manera en que hemos cuidado (o descuidado) nuestro hogar.
Los argentinos somos solidarios y humanos. Y esto queda claro en las cientos de colectas que se están organizando para colaborar con nuestros hermanos bahienses. En Monte Hermoso, quienes deseen ayudar pueden acercarse a:
- Desarrollo Humano y Social
- Cáritas Parroquial
- Club Monte Hermoso
- PJ
- Primero Monte Hermoso
- Undertake
Se necesita:
- Productos de limpieza
- Lavandina
- Alimentos no perecederos
- Ropa
- Colchones
- Frazadas
- Pañales
- Agua potable
- Velas
Monte Hermoso aportó una ambulancia y la unidad de rescate (ambas 4×4), que ya están operativas, junto con un equipo de Bomberos Voluntarios que trabaja en la zona desde el día de ayer.
Entre todos podemos. Fuerza, Bahía Blanca.