Es la reciente ganadora de los 15K de Coronel Pringles que se disputaron el domingo pasado en la zona de la comarca serrana, con la participación de 200 competidores. El circuito tenía dos distancias: 15 y 7 kilómetros.
Hasta allí llegó Erica Ciros acompañada de un grupo de mujeres tan entusiastas como ella: “Las diferentes”. Todas pudieron finalizar el circuito mayor con distintas marcas pero ella logró subir a la cima del podio.
Acerca de su recuperación pos competencia nos cuenta que “cuesta cada vez un poquito más, pero unos días más y ya estamos en carrera nuevamente”, nos dice con una sonrisa.
Con referencia a su trayectoria para poder mantener un buen ritmo y una buena recuperación nos dice que “lo que te favorece no es solamente la memoria que tiene tu cuerpo sino también tu cabeza, tu mentalidad, tu criterio, tu fuerza… eso es lo que uno lleva tras tantos años de correr”, define.
“Para correr, más allá de estar bien físicamente, tenés que ser muy inteligente, tenés que pensar, no actuar por impulso. Uno de los secretos es ese”. Más allá de la alegría por este triunfo nos cuenta que esta es una carrera por la que peleó mucho para ganar.
“Me caí muchas veces, me golpeé, el terreno era terrible, había arroyos de un metro 60 y por eso algunas de las chicas tuvieron que pasar agarraditas de la soga, a mí por el tema de la altura no se me complicó mucho pero salías de ahí y había tierra, barro, troncos, pinches, así que salí con varias marcas de la carrera pero con la satisfacción de haber llegado primera”, nos detalla.
El grupo se auto convoca, se fortalecen y empoderan en cada juntada, en cada sesión de ejercicios, en cada carrera. Y la figura que sostiene, escucha, aconseja, recibe, agradece y vuelve a agradecer, es Erica. Un lugar, que como ella define, es, en primer lugar, un espacio de encuentro. Que a veces las recibe rotas, quebradas, deprimidas por los avatares de la vida, pero que siempre cuenta con la fortaleza de unas u otras.
Esa fortaleza que abraza para sostenerse y seguir adelante: “Cada una con sus historias, con sus bagajes, con sus experiencias”, nos dice refiriéndose a “Las diferentes”. “Nosotras es como que vamos rompiendo todo eso y somos muy reconocidas (dice con modestia) en todas las carreras donde vamos, siempre nos están esperando y nos manifiestan una especie de apreciación de esta postura que tenemos de ser distintas, de disfrutar todo, de –al momento de la competencia– hacer cosas a las que tal vez otros no se atreven, por formalidad o por estructuras”.
Al momento de analizar lo que pasa dentro del grupo, su dinámica, Erica reconoce que “este es un espacio de contención y de resiliencia constante; yo creo que fue creado con esa finalidad, después se dio todo lo deportivo, los logros y el crecimiento deportivo”.
A Erica la vida le hace atravesar momentos muy duros en su historia familiar, momentos difíciles para superar por una madre, y la apuesta en ese tiempo fue “tirarme y abandonarme o hacer esto… que es lo que me mantiene todos los días”, confiesa, sensible y vulnerable en este momento.
“Fui encontrando en el camino gente que también necesita eso; hay gente que me dice ‘me cambiaste la vida’ y uno nunca lo evalúa desde ese lugar o de considerar cuán importante puede ser uno sino por dar el empujoncito que faltaba, o la fuerza, o animarse. Yo lo primero que les digo es que pueden, que pueden con todo… si hemos salido de situaciones verdaderamente dolorosas y oscuras, podemos con todo”.
Continúa: “Y un poco esa es la finalidad. Esta semana empezaron dos chicas nuevas y a poco andar una de ellas logró hacer sus primeros cinco kilómetros corriendo. Estaba sensibilizada y emocionada. Tal vez es algo que otro no entiende pero solo uno sabe todo lo que se nos moviliza, a lo que recurre, lo que encuentra, lo que deja. Yo siempre les digo cuando corren: en cada paso vayan liberándose, vayan dejando lo malo, lo negativo, los problemas. Todo lo que puedan desechar en el camino tírenlo, y vayan alivianándose”, nos explica.
“Sabemos entendernos. Nadie cuestiona, nadie critica, nadie se fija, si alguien llega medio triste, medio bajón, enseguida nos acoplamos, tratamos de sacarla de eso y terminás lográndolo al final del entrenamiento”, confiesa.
A propósito de la constante participación en diferentes competencias nos cuenta que el fin de semana próximo estará la carrera de inclusión en Bahía Blanca, el 17 en Aparicio que las tendrá también como participantes.
Otra actividad que también la tiene como protagonista es la escritura literaria. Erica Ciros es una persona que expresa en palabras y con sentido literario sus pensamientos, reflexiones, triunfos, penas, esperanzas, sueños. Puede leérsela en Facebook.
Consultada sobre si hace mucho que practica la escritura, nos cuenta que “escribía mucho, ahora he dejado de escribir un poquitito. Siempre fui al taller literario, tengo mucha facilidad para poder expresarme, tanto en forma verbal como escrita. No tengo impedimentos para decir lo que pienso y lo que siento. Es una bendición el poder expresarme: lo bueno, lo malo, lo regular. No hay nada que me cohíba para decir”, explica.
“Siempre me encantó escribir, como leer. Creo que ese es el secreto de poder escribir: leer y ampliar el vocabulario en tu cabeza, y tus sensaciones. Este último tiempo había dejado un poco porque todo se me hacía muy negro y muy oscuro en la escritura, pero ahora tengo la deuda de volver a empezar. Me encanta escribir, de hecho he estado presente en algunos libros del taller literario, escribí uno que se llama “Deshojando margaritas”, por eso digo que es algo que tengo que retomar porque hace bien exteriorizar no solo corriendo sino también a través de la escritura”, reflexiona.
Mujer polifacética, también tiene un personaje, llamado Margarita, que aparece ocasionalmente en Facebook contando las cosas que le pasan. Esta mujer es realmente graciosa, fresca, natural, insólita. Margarita expresa en voz alta lo que a muchas nos pasa de una manera encantadora, divertida, con la propia tentación de risa de personaje, muchas veces.
“Es un personaje fresco… yo fui muchos años a teatro y eso también me ayuda a expresarme. Representa situaciones que todos vivimos en mayor o menor escala y algunos la contienen o la esconden o la dejan ahí en privado… a mi me divierte mucho. Yo no escribo nada, es lo que sale, y ya cuando sé lo que voy a decir me empiezo a reír y después en los comentarios me entero de cuánta gente se siente identificada. Decir es una manera de vaciar un poco”, celebra.
Para cerrar la nota nos cuenta que hizo una promesa para el mundial: si Argentina salía campeón, ella iba a trotar Monte Hermoso-Sierra de la Ventana, que son 128 kilómetros. Y como las promesas deben cumplirse lo va a hacer el sábado 24 acompañada por Mariano Petasne, de Bahía Blanca.
Van a salir entre las seis y las ocho de la mañana desde Sierra de la Ventana. Esperan llegar antes del domingo al mediodía. Será trote y caminata ya que el circuito es extenso y contarán con un vehículo de apoyo, principalmente por cuestiones de alimentación e hidratación ya que son muchos kilómetros.
“No me gusta lo sencillo. No me gusta lo fácil. Yo quiero desafíos”. Quizás es esta, en síntesis, la mejor forma de definirla.