La disparidad de criterios con relación a la necesidad de volver a normalizar la actividad económica ha crecido al punto de poner en riesgo la unidad de los empresarios locales.
Lo que de modo soterrado se venía promoviendo ha tomado formalidad con la redacción de una encuesta que será puesta a consideración de la Cámara que los nuclea.
La propuesta es consultar a la mayor parte de los comerciantes, sean asociados o no, sobre los siguientes puntos: cuándo las autoridades deberían realizar la apertura; qué tipo de apertura debería hacerse (total, solamente de la región o localidades que atraviesan determinada fase); si cumpliendo los protocolos habría muchos contagios, pocos, o si no debería modificar la decisión; y conocer el grado de incidencia en la economía de cada uno, si nula, poca, mucha o al punto del cierre.
Con esta compulsa lo que buscan corroborar es que la mayoría de los comerciantes son partidarios de apurar la apertura.
Hasta donde hemos podido saber, en el seno de la entidad gremial empresaria se va perfilando un grupo cada vez más diferenciado de la conducción actual, al punto de que existe la posibilidad de pedir la renuncia del presidente de la ACIMH, Claudio Biragnet, por considerar que no es compatible esta función con su desempeño como empleado municipal; y que no es ético. Especulan con que transmite a la entidad la visión del Ejecutivo municipal, ámbito donde trabaja.
Algunos se animan a pronosticar que si Biragnet no renuncia, lo más probable es que se conforme una Cámara paralela, que tome distancia de los vaivenes políticos del municipio.