«El juego del calamar» es la serie de moda en Netflix, de la que habla muchísima gente. Se estrenó el mes pasado, pero ya ha batido todos los récords de audiencia.
Se trata de una serie calificada por muchos especialistas como peligrosa e inadecuada para jóvenes, debido a su contenido basado en la violencia explícita, morbosidad y en los contravalores que en ella se difunden.
Gracias a la ‘hiperconectividad’ y al fácil acceso desde los dispositivos móviles, se ha hecho muy popular entre adolescentes y niños, que terminan recreando algunas de sus escenas, de inusual violencia y perversidad, en sus juegos y en el patio del colegio, ante el asombro de padres, maestros y educadores.
En nuestro país, se multiplicaron en las últimas semanas mensajes de directivos de jardines de infantes y escuelas que comenzaron a alertar a los padres sobre esta situación, recomendando no permitir a sus hijos mirar la serie.
De qué se trata
Es una serie surcoreana con una trama que se presenta como simple, y que por ello suele atraer a jóvenes y adolescentes, pero que sin embargo contiene mensajes altamente desequilibrantes para la psicología infanto-juvenil, basados en la violencia, en el desprecio por la vida humana y en la adversidad desmedida motorizada por la necesidad de alcanzar un premio en dinero.
En ella, 456 personas desesperadas y ahogadas por deudas son invitadas a participar en seis sencillos y aparentemente inocentes juegos (algunos incluso inspirados en juegos infantiles populares) con el propósito de ganar y ser premiados con una importante suma de dinero.
Los participantes incluso no saben, hasta el momento de comenzar el primer juego, que se trata de una competición a vida o muerte en la que no hay segundas oportunidades, debido a que quien pierde, lo paga con su vida.
Especialistas en alerta
Jorge Catelli, psicoanalista y miembro titular en Función Didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), advierte que la serie contiene aspectos morbosos, hostiles, descarnados y muertes a destajo.
El especialista alertó recientemente que «la ficción tiene la metáfora de una sociedad voraz, que descarta a la gente. Es importante estar atentos por si los niños replican estos juegos, ya que puede actuar como legitimación de la violencia, la injusticia social, el odio y la estigmatización entre pares».
La preocupación de psicólogos, padres y docentes no es para menos, teniendo en cuenta la reiteración de situaciones que se dan en los colegios donde se copian escenas de la cuestionada serie.
Mas de un caso ha trascendido en el que alumnos de primaria (incluso de jardín de infantes) son empujados, golpeados y hasta azotados cuando pierden en determinados juegos, quedando incluso con moretones en los brazos, mientras compañeros y pares repiten comportamientos y movimientos difundidos en ‘El juego del Calamar’