Es sabido que hace un buen tiempo ya que las aguavivas han dejado de ser una indeseable compañía de veraneo en Monte Hermoso.
Claro que la sugestión perdura en muchos y se hizo evidente sobre el fin de la temporada cuando comenzaron a circular imágenes de algunas medusas de aspecto extraño que fueron vistas en la playa.
Como es usual que ocurra, brotaron especulaciones, hipótesis, comentarios sobre las apariciones, aunque no se registraron testimonios de personas afectadas por “picaduras”.
En busca de precisiones charlamos con la doctora en Biología Sofía Dutto, investigadora del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO-CONICET) de Bahía Blanca.
Acerca de una de las especies fotografiadas dice la especialista: “Parece ser Drymonema; es muy rara, poco frecuente. En nuestra zona se la ha registrado en el estuario, en Monte y en Pehuén Co, en pocas ocasiones. No se sabe mucho de su biología ya que es poco común y tampoco si es urticante para el ser humano aunque es probable que lo sea”.
En otro caso afirma que “corresponde a un ejemplar de Aurelia, muy común en todo el mundo y nuestras costas no son la excepción”, agregando que “no presenta riesgo sanitario alguno”.
De acuerdo a los estudios realizados, la doctora Dutto nos cuenta que “existen más de 20 especies en nuestra región”, tres de ellas urticantes”, una de las cuales, de las más conocidas por los montermoseños, “es la Olindias sambaquiensis (agua viva o medusa de la cruz), de muchos tentáculos y muy urticante”.
Las otras dos, amplía, “la Chrysaora láctea, de aspecto ‘lechoso’, leve a moderadamente urticante, y la Liriope tetraphylla (tapioca o pica-pica), transparente, pequeña, de pocos tentáculos y levemente urticante”.
Estas extrañas apariciones ocurrieron en otros puntos de la Costa Atlántica bonaerense. En enero detectaron una medusa gigante (foto del encabezado) en la zona de los Acantilados, en el sur de Mar del Plata, antes de llegar a Chapadmalal.
En ese momento se comentó que hubo avistamientos de otros ejemplares pero de las que se suelen ver en las playas de la costa argentina, de un tamaño mucho más reducido.
“Este tipo de medusas de grandes dimensiones es muy común hallarlas en el océano Pacífico, desde Perú hasta Chile y su distribución se extiende por el Atlántico y hasta la Península Valdés”, había explicado Agustín Schiaritti, investigador del Conicet y doctor en Ciencias Biológicas.
“Se trata de una situación infrecuente dado que no es usual encontrar a este ejemplar en las costas de la provincia de Buenos Aires, no así las aguavivas –del tamaño de la palma de una mano– que invaden habitualmente las playas argentinas cada verano”, comentó el experto.
Sobre esa especie de medusa gigante, llamada Chrysaora Plocamia, sugirió que “su presencia está relacionada con el aumento de la temperatura del mar y una corriente cálida que la trajo hasta las costas del sur marplatense”.