El Ingreso Familiar de Emergencia implica un monto de 10 mil pesos, que en principio sólo se abonará en abril, y está dirigido a desocupados, trabajadores de la economía informal, monotributistas sociales e inscriptos en las categorías A y B (sin otros ingresos declarados) y personal doméstico registrado.
Una vez que termine el proceso de preinscripción, quienes se anotaron deberán ingresar a la página de la ANSeS la semana próxima, con su número de DNI, para saber si están en condiciones de cobrar o no.
Según lo dispuesto oficialmente, el cobro del subsidio será incompatible con numerosas situaciones, tanto del solicitante como de su grupo familiar:
– Haber tenido en el último semestre un ingreso promedio mensual superior a los 33.750 pesos (dos veces el salario mínimo, vital y móvil).
– Haber gastado con tarjetas de débito y/o crédito una cifra mensual superior a los 23.625 pesos.
– Haber obtenido rentas financieras por un valor superior a los 66.917 pesos en el ejercicio 2018.
– Haber hecho una declaración para el impuesto a los Bienes Personales que implique la tenencia de activos por más de 1.620.000 millón de pesos.
-Tener vehículos por un valor que supere los 607.500 pesos y poseer aviones o embarcaciones.
Al momento de presentar el IFE, el Gobierno aclaró que, como requisitos básicos para obtenerlo, es necesario ser argentino nativo o ser residente legal en el país por un período no inferior a dos años; tener entre 18 y 65 años y no percibir, ni el solicitante ni alguien del grupo familiar, ingresos ni por trabajo asalariado (salvo en servicio doméstico) ni por trabajo por cuenta propia estando en una categoría del monotributo superior a la B o estando en el régimen de autónomos.
Además, no podrán tramitarlo quienes cobran prestación por desempleo, o perciben jubilación, pensión o plan social.
El IFE será abonado a partir del 15 de abril, según estimó la ANSeS esta semana.
Fuente: Telefe Bahía Blanca