Históricamente los turistas han sido bien recibidos en Monte Hermoso. La cordialidad y el buen trato de nuestra gente, siempre fueron características destacadas por todos los visitantes.
Este año, sin embargo, tal vez a causa de un malestar generalizado, parecería que se destacan aspectos negativos o se ponen en tela de juicio todo tipo de decisiones, culpando injustificadamente a quienes simplemente cumplen una tarea específica.
Así sucedió los últimos días con los inspectores de playa. Hombres y mujeres que han sido el foco de agresiones verbales e insultos, tanto directamente como por las redes sociales. Algunos, molestos por la actitud de turistas que no respetaban medidas sanitarias, criticaban que los inspectores pasaban minutos a la sombra de los edificios, en lugar de recorrer la playa haciendo cumplir los protocolos.
Respuesta contundente
Una de las afectadas, contestó por las redes sociales a la agresiones recibidas. Dirigiéndose puntualmente a alguien que publicó un comentario ofensivo, replicó: «Le propongo que pase una hora de las 10 que estamos en playa y que esté al rayo del sol, aguantando todas las barbaridades que nos dicen. Nosotros nos tenemos que quedar callados ante todas esas cosas diciéndoles gracias igual y que tengan un lindo día».
«¿Querés que nuestra familia te cuente como llegamos cansados, con los pies hinchados, con impotencia, con ganas de largar todo?».
«¿Sabes por qué seguimos trabajando de esto? Porque necesitamos la plata para poder comer, porque nosotros no le robamos la plata a nadie, nos la ganamos dignamente y nadie nos regala el sueldo, porque transpiramos la remera para llevar el mango a casa».
En su respuesta, la inspectora también agregó que si los ven usando es celular, no es que están perdiendo el tiempo, sino que están en «constante contacto por grupo de WhatsApp» con el resto de los compañeros por cualquier cosa que va sucediendo.
También aclaró que tienen permitido, por parte de los supervisores, dirigirse a sectores de sombra en determinados momentos del día.
A calmar las aguas
Este fin de semana largo que pasó, ciertamente nos ha dejado muchas cosas para revisar. Más que nunca, la tarea es común y es de todos. No es posible delegar en unos pocos la responsabilidad que le cabe a cada uno.
Desde este medio, siempre hemos bregado por el diálogo y la mesura, valores tan necesarios especialmente en la época que nos toca vivir. Es sabido que las redes sociales pueden convertirse en un espacio de «linchamiento» innecesario y destructivo.
Por lo demás, el cuidado y la atención a las medidas sanitarias, se ha insistido, es un deber individual, que afecta al comportamiento y a la convivencia con los demás. Indudablemente se deberá trabajar en la concientización y ajustar detalles para que la temporada que acaba de comenzar sea un beneficio para todos.