Integración Ciudadana hace fuerza para ser gobierno en Bahía Blanca con la bandera del vecinalismo

“Apuntamos a una ciudad donde todos podamos vivir dignamente”, es lo primero que aclaran Nicolás Marín y Patricia Berardo, precandidatos a concejales en el segundo y tercer lugar de un partido político que en las PASO del próximo domingo quiere posicionar al vecinalismo lo más alto posible.

Integración Ciudadana Bahía Blanca

El domingo que viene se van a desarrollar las elecciones Primarias, Abiertas, Simultaneas y Obligatorias (PASO) y desde Integración Ciudadana intentan dar un paso más hacia el compromiso de ser gobierno en Bahía Blanca con una intención más que justificada: restablecer el tejido social y que los distintos sectores de la ciudad cabecera de la región cuenten con las atenciones básicas y de urgente necesidad para no seguir ampliando la grieta entre vulnerables y “bendecidos”.
Nicolás Marín y Patricia Berardo, vinculados a la docencia y formados en comunidades católicas donde el “dar sin esperar nada a cambio” se encuentra grabado a fuego en sus almas serviciales, se erigieron como precandidatos a concejales en el segundo y tercer lugar de la lista que encabeza Horacio Varela, quien se alimenta de las fuerzas del vecinalismo con la firme idea de llegar a ser intendente de una Bahía Blanca que pide a gritos un “golpe de timón”.

Patricia y Nicolás en la sede del partido

“Entiendo a la política como una necesidad de servir a toda la población, es lo que aprendí de mis padres y de toda aquella gente que trabaja por el bien común”, fue el primer argumento de Marín, profe de música en distintas escuelas públicas de primer y segundo ciclo.
“Cuando trabajaba con jóvenes en un determinado barrio, mi servicio tenía principio y fin, solo estaba enfocado a esas familias, pero con el tiempo me fui dando cuenta que el municipio cuenta con una estructura acorde para conformar a una ciudad como la nuestra. Están los medios y las condiciones, no tengo dudas de eso”, sostuvo el ex dirigente de Acción Católica y perteneciente a la Renovación Carismática católica, de 38 años y presidente del partido político bahiense Integración Ciudadana.
Patricia, 40 años, casada y madre de tres hijos, asegura que lograr la igualdad social es el punto de partida para cualquier ciudadano con vocación de servicio y ganas de ayudar.
“Pienso siempre en la equidad, en tratar de llegarle a las personas mediante mi formación. Es triste ver a vecinos en estado de abandono por no poder acceder a los servicios básicos ni cubrir su cuota alimentaria diaria”, dijo esta saavedrense de bases ideológicas consolidadas, licenciada en Trabajo Social e integrante del Equipo de Orientación Escolar (EOE) de nivel secundario.
“La realidad en la niñez y en la adolescencia es muy compleja, hay que empezar a trabajar en la contención y en la divulgación de problemáticas que están destruyendo a cierta masa juvenil, como es el consumo de distintas sustancias y el poco sentido que esos chicos le encuentran a la vida. No hay proyectos, tampoco acompañamiento y la situación dejó de ser preocupante para convertirse en grave. Hay un sector grande de la ciudad desatendido, vecinos que no reciben las respuestas que realmente necesitan como para, al menos, vivir dignamente”, agregó quien lleva tres años vinculada a IC.
Este partido con quince años de historia ha permitido que el vecinalismo se afiance en suelo bahiense, siendo la alternativa local con mayor compromiso y proyección.
“La primera vez que voté escuché un discurso de Raúl Woscoff (referente de esta marca que apuesta a la seguridad y la transparencia) que me impactó, por su claridad conceptual, sus ideas y sus propuestas. A partir de ahí la política pasó a ser un medio de vida e Integración Ciudadana el lugar ideal para transmitir e inculcar los valores por los que tanto luché en las comunidades cristianas y grupos católicos”, señaló el ex coordinador de la Pastoral de la Juventud local, regional y nacional.

Nico Marín participa en la Renovación Carismática católica y es el actual presidente de Integración Ciudadana.

“Un día me pregunté: ¿y si esa metodología de intercambiar opiniones con la participación de todos la llevo a la política? Y acá estoy, ligado a esta familia que es IC desde 2015, al principio como entusiasta y ahora como `empleado permanente´, tratando siempre de crecer, formarme y trabajar en conjunto”, deslizó Nico.
Y contó una anécdota: “Hace un tiempo largo iba a dar clases a Mayor Buratovich, siempre viajando a dedo. Un día me `levantó´ un señor, docente también, de la universidad, que cuando nos pusimos a hablar de política, me comentó: `si vos no te metés con la política, la política se mete con vos´. Me dejó regulando, porque el ciudadano común tiene el vicio de criticar, pero me di cuenta que desde la crítica no transformamos nada, la realidad no va a cambiar mirándola desde afuera o viendo pasar la vida. En ese momento mi cabeza hizo un ‘clic’, sentí la necesidad de involucrarme, de participar, de dejar de tener un rol de espectador para convertirme en protagonista”.
Hace poco más de cinco meses, Horacio Varela, en una nota exclusiva con este medio, indicó: “veo una ciudad triste, con una problemática social más que preocupante, donde mucha gente vive en la miseria total, sin los servicios básicos y fuera del sistema”.
– Una frase que lo dice todo, ¿no?
– Marín: “A esa cruda realidad le puedo poner rostros; en las escuelas todos los días veo chicos y adolescentes tristes, desamparados, con ganas de quitarse la vida. No tienen espejos donde mirarse ni adultos a los que puedan imitar, viven sin contención y nadie le destina un ratito de su tiempo. Escalofriante”.
– Berardo: “Cuesta muchísimo contener a los jóvenes en el ámbito educativo, y como están a la deriva empiezan a consumir, siendo el camino la delincuencia, la ilegalidad y la desidia total.
Sentimos que a esos chicos los vamos perdiendo, que no tenemos las vías de comunicación para poder llegarles. Utilizás un montón de estrategias para conectar y darle a entender que la escuela es el lugar indicado para progresar, pero el sector vulnerable se incrementa cada vez y eso es lo más peligroso para una sociedad como la nuestra”.
-¿Y cual es el paliativo para tan oscuro panorama?
– Berardo: “Los chicos no encuentran referentes significativos en los mismos barrios y las familias con problemáticas complejas no pueden sostener y cuidar a los adolescentes. En esa pelea se encuentran los clubes, los merenderos, las iglesias, las ONG, pero pierden frente a la galopante crisis económica que golpea a gente que no tiene ni para comer. Existen –no lo puedo negar– ciertas organizaciones que mantienen al grupo etario menor dentro de un sistema, pero se nutren de la solidaridad y de la buena voluntad del vecindario. Con esto quiero decir que hay una marcada ausencia del estado municipal, sobre todo en la reactivación de programas que trabajen con los adolescentes”

Patricia Berardo: «Pienso siempre en la equidad, en tratar de llegarle a las personas mediante mi formación»

– ¿A qué te referís?
– Que por falta de recursos económicos desaparecieron, por ejemplo, los talleres donde se daba formación académica y se contenía a los adolescentes con la ayuda de profesionales en materias específicas o predeterminadas. Hoy todo eso se perdió por falta de empleo calificado y una precarización laboral muy marcada.
“La crisis se aceleró por acotar el presupuesto de políticas sociales. El servicio local no está pudiendo dar respuestas, existen más de 1.500 problemáticas que atender, están sobrepasados de casos y no cuentan con los recursos que puedan dar, al menos, soluciones parciales. Hay falencias y limitaciones en dispositivos que no ves por el simple hecho de que no existen”.
Nicolás escuchaba con atención y antes de cebar uno de los últimos mates de la ronda, disparó: “A veces la impotencia llega a limites impensados. En un barrio conocimos a una chica de 18 años que los sábados le da de comer a 250 chicos en un compartimento de una casa humilde. Si ella se las ingenia para conseguir la mercadería, cocinar y satisfacer a tantas pancitas, el municipio, con todos sus recursos, ¿por qué no actúa?, ¿no puede o no quiere? A donde vayas, con el profesional que hables, te admite que la ciudad está explotada, que si no fuera por las ONG, hoy una parte de Bahía viviría en situación de barbarie”.
– Y siguió: “En el sector vulnerable, muchos buscan una changa o van al comedor para poder subsistir, pero es el municipio el que le está diciendo `no nos importás´, porque no le brinda los servicios generales básicos, le aumenta el precio del colectivo y no le mejora las condiciones al chico que debe caminar veinte cuadras en el barro para poder llegar a la escuela”.

Con los pies sobre la tierra

Además del ordenamiento del tránsito y de la reforma del sistema de transporte público, pautas que el partido lleva como estandartes, la educación es un tema que, hoy por hoy, desborda el poco interés de los gobernantes de turno.
“La ciudad creció muchísimo y la creación de escuelas está estancada desde hace varios años, por eso hay un gran número de alumnos que tienen que hacer dos kilómetros o más para concurrir a clases. Eso genera un ausentismo muy marcado, y si un chico no se educa, es imposible que después pueda defender sus derechos. En esto todos debemos ser responsables y asumir un compromiso antes de que sea demasiado tarde”, expresó “Pato” mientras le daba prioridad a ciertos apuntes que escritos en birome azul resaltaban en su agenda.

Patricia junto a su esposo Albano y a sus tres hijos

“Falta mucho trabajo en los barrios. Pretendemos que los chicos vayan al centro de la ciudad a hacer distintos tratamientos o al espacio tecno, pero debe ser al revés: los profesionales, los dispositivos y las soluciones tienen que ser presenciales en la periferia. Debemos favorecer y colaborar con las salas médicas, las sociedades de fomento, escuchar a la gente, hacer obras, charlar con el que conoce el barrio y saber sobre sus necesidades”, amplió.
– ¿Qué es lo que más les preocupa de la ciudad “desatendida”?
– Marín: “Que no haya referentes juveniles y espacios donde los chicos puedan expresarse. Hace unos años, con Miriam Iantosca (otra referente de IC) presentamos un proyecto que se llamaba
`Oportunidades para jóvenes´, que hoy está cajoneado en algún lugar del municipio. Era un plan para buscar a jóvenes referentes que puedan acompañar a menores con edad escolar que no querían ir a la escuela o no se insertaban en alguna institución social, cultural o deportiva. Nunca hubo interés en tratarlo”.
– Berardo: “Hay que tomar consciencia y hacer hincapié en la infancia y en la adolescencia, trabajar mediante el CLES (Consejo Local Económico Social), una ordenanza (la 14365, creada en 2007 y aceptada en el Consejo Deliberante) que en su momento actúo como un salvavidas (permitía la comunión de distintas ONG y sociedades de fomento en los mismos barrios) para distintos sectores marginales pero que hoy está desactivada. Es imposible pensar en un reordenamiento social si no hay unión ni sentido común”.

«Los profesionales, los dispositivos y las soluciones tienen que ser presenciales en la periferia»

Vecinalismo

– ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de un partido vecinalista?
– Marín: “La ventaja es la independencia, no ser una sucursal de un partido que desde Buenos Aires te digite los pasos a seguir. Somos cien por ciento bahienses, como Lautaro (Martínez), Abel Pintos y el cubanito…(risas). A Horacio como candidato lo propusimos nosotros, el diseño de la boleta lo hicimos en el partido, las propuestas son nuestras, y eso nos da la libertad que tanto queremos para poder trabajar por los vecinos”.

El partido se propone como una escuela de formación política y ciudadana

– Y no paró: “Muchas veces nos dicen `¿de qué lado están políticamente?´, y respondemos: del lado de la gente. Nos interesa el bien común de toda la ciudad, el bienestar de los vecinos, no tenemos otra ambición que ver una Bahía Blanca más reluciente y con sus habitantes en igualdad de condiciones”.
– Otra más: “podemos demostrar 15 años de historia, y eso también es una ventaja. Integración Ciudadana ha sido siempre una escuela de formación, no tenemos nada que esconder. Hay partidos que no tienen una historia para leer ni un futuro por esperar. Nosotros no somos paracaidistas de la política”.
– Berardo: “Es un orgullo transitar los barrios y que te nombren a referentes de nuestro partido como Woscoff o Norberto Martínez, ejemplos de honestidad y transparencia, quienes siempre escucharon y se preocuparon por los más necesitados. Queremos hacer militancia desde ese lugar, inculcarle a la gente a que vuelva a creer en esos valores, que la política es un servicio y que siempre hay una respuesta para un determinado problema”.
– ¿Es muy marcado el descreímiento en el político?
– Sí, en muchos lugares no te quieren recibir y te miran de reojo, pero es una mirada desde el dolor, desde la frustración, desde la decepción, de saber que pasaron décadas sin que nadie los escuche, los valore y los reconozca. Por momentos sentís vergüenza de estar frente a gente que se resiste tanto, pero le aclaramos que queremos una ciudad mejor para todos, que la honestidad es la bandera de nuestro poder político”.
– Perdón, ¿y las desventajas?
– Marín: “Por ser un partido vecinal no recibimos fondos del Estado para campañas publicitarias, lo único que nos cubre son los gastos que genera la impresión de las boletas para las PASO. Es una enorme desigualdad con otros partidos que manejan millones de pesos en campañas, pero bueno…”
– No es momento de resignarse.
– No, nunca. Nos financiamos con dinero que sale del bolsillo de cada afiliado, vendiendo bonos contribución y donaciones de amigos y allegados. Siempre digo que no tenemos plata, pero si mucho coraje y creatividad. Otra desventaja es que la gente termina votando lo nacional sin pensar en lo local. Eso lo queremos cambiar, siempre la ciudad primero”.
– Berardo: “Lo económico es lo más notorio si nos relacionamos con los poderes adquisitivos de otros partidos, pero somos un grupo de personas que se distingue por la calidad humana; los que componen IC se destacan por sus valores y profesionalidad”.
– Hay otra frase muy buena de Horacio Varela: “el cordón cuneta no tiene ideología”.
– Nico sonrió y se explayó: “Integración Ciudadana está compuesta por militantes de distintas corrientes políticas y sectores sociales. Existen los que se acercan a ideas de la justicia social y el peronismo, otros profesan el radicalismo y están los de izquierda, pero `el cordón cuneta no tiene ideología”, esa es la verdad. Cuando estás al frente de una ciudad hay que gobernar para todos, si te ponés a trabajar por las mismas realidades, las diferencias de uno y otro lado quedan en un segundo plano.
– El flagelo de la pobre y cada vez más bastardeada educación parece no tener fin…
“Hace unos años había un fondo educativo que permitía paliar situaciones de aprendizaje o infraestructura, que era seguido por una Comisión creada dentro del Consejo Deliberante, pero increíblemente Cambiemos lo sacó y hoy esos fondos, sin control ni seguimiento, no sabemos a donde van”, describió Nico, actualmente ligado a la comunidad de la parroquia San Pantaleón.
“Los fondos están, pero hay escuelas sin calefacción y otras que se caen a pedazos. Creemos que el municipio y el Consejo Escolar deben tener un rol más activo para mejorar esa problemática, apostando a la gestión más que a los recursos”, sumó.
“Es cierto, falta mayor compromiso del municipio y mayor acción del Consejo Escolar, los problemas de calefacción se deben resolver en verano, no esperar a que haga frío. Como no hay gestión ni organización, lo más fácil es interrumpir el dictado de la clases mientras se seigue perdiendo el derecho a la educación. No puede ser que los paros docentes o de quienes sean ocupen más días en el calendario escolar que las clases propiamente dichas”.

Horacio Varela, candidato a intentendente de Bahía Blanca

– ¿Por qué Integración Ciudadana debe ser gobierno?
– Marín: “Tenemos la preparación y la capacidad como para poder responder, de manera integrada, a los problemas de la ciudad. Miramos hacia todos los sectores, empresarial, educativo, social, de medio ambiente, nos interesa que Bahía, la novena ciudad más grande de nuestro país, crezca, se proyecte y sea un lugar digno para vivir. Tenemos un puerto importante, un desarrollo cultural magnífico y una ciudad maravillosa, esa que ciertos políticos que hoy gobiernan ningunean llamándola el pago chico”.
“Cuando recorrés otros municipios, ves que las ciudades están limpias, ordenadas y todo funciona correctamente, pero llegás a Bahía y el caos es impresionante. ¿Cuánto más vamos a esperar? Lo que digo tiene solución, se resuelve con el presupuesto actual o con gestión. Como partido pensamos en una ciudad con otra imagen y aspecto al corto y largo plazo, que Bahía sea cabecera del sur argentino”.
Berardo: “Estamos en 2023, no puede ser que se gestione mal una obra, como pasó con el cordón cuneta (fuera de escuadra, corrido varios centímetros) en el barrio Nueva Belgrano (República Siria al 1800). Es fundamental que cada área del municipio, o empresas contratadas, cuenten con personal idóneo y pertinente. Hay varios proyectos, de profesionales que trabajan en la UNS, para mejorar la infraestructura en ciertos barrios que se inundan cuando llueve, pero el municipio los ignora. No se potencia ningún tipo de capacitación para el beneficio de la ciudad; una lástima.

Lo que más reclama el vecino

“Contar con los servicios básicos, la vivienda propia y posibilidades laborales”, indicó Marín. “Mantenimiento de calles, iluminación y presencia de seguridad en los barrios, además de contar con respuestas concretas a la vulnerabilidad cada vez más excesiva en la niñez y la adolescencia”, sentenció Berardo.

Slogan propio

“En Bahía podemos estar mejor, basta de exigir la falta de representatividad de los que nos gobiernan”, de Nico.
“Escuchar, no ignorar y responder, restableciendo el tejido social con empatía”, de Patricia.

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