La base está. Buenas perspectivas climáticas para los cultivos de invierno por la humedad acumulada en este otoño

La base está. Buenas perspectivas climáticas para los cultivos de invierno por la humedad acumulada en este otoño

La humedad acumulada en los suelos durante las últimas semanas deja una base sólida para el inicio de la campaña de cultivos de invierno. Si bien es temprano para definiciones, los primeros indicios marcan una tendencia favorable en el comportamiento climático de los próximos meses.

Así lo afirma el meteorólogo Leonardo De Benedictis en un informe en el que explica que aunque durante las últimas semanas las lluvias generalizadas trajeron complicaciones para finalizar la cosecha de cultivos de verano, al mismo tiempo dejaron un escenario más alentador para lo que viene.

Desde el punto de vista meteorológico, este período húmedo ha permitido recuperar perfiles de suelo en gran parte del país, algo fundamental para encarar la próxima campaña fina con mejores expectativas.

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Las reservas de humedad en el suelo se encuentran entre las mejores de los últimos años, especialmente en sectores como el sudoeste bonaerense, el oeste de La Pampa y parte del sur cordobés, incluso con zonas en las cuales la humedad es excesiva.

Diversos estudios han demostrado que un alto porcentaje del rendimiento potencial de cultivos como el trigo depende de la humedad disponible al momento de la siembra. Por eso, este contexto marca una diferencia notable respecto de campañas previas, muchas de las cuales comenzaron con condiciones de sequía o reservas hídricas muy limitadas.

A esto se suma que en algunas zonas, como sectores de Buenos Aires, Santa Fe o Córdoba, las lluvias vienen siendo persistentes desde mediados de febrero, lo cual mejora aún más el perfil hídrico.

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Qué esperar del invierno

Los principales centros de pronóstico mundial global, desde el Servicio Meteorológico de Australia hasta el de Estados Unidos y el del Centro Europeo, coinciden en que el invierno presentará lluvias dentro de los promedios normales para la época.

Si bien esto no implica un invierno lluvioso, sí es un dato positivo considerando que, en general, las precipitaciones invernales en Argentina tienden a ser escasas, salvo en sectores del sur del país.

Así, mantener condiciones promedio permitiría sostener la humedad acumulada y favorecer la continuidad del desarrollo de los cultivos.

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Por otra parte, el ingreso de aire frío durante el invierno también será un factor clave. La acumulación de horas de frío es necesaria para muchos cultivos de invierno, y por ahora no se prevé una estación particularmente cálida, lo que genera buenas expectativas para el desarrollo fenológico.

Primavera: ¿una luz al final del camino?

Dice el anticipo, también, que aunque aún no se define con claridad el estado del fenómeno ENSO (Niño, Niña o Neutralidad), muchos modelos estacionales comienzan a mostrar señales positivas hacia la primavera. Las proyecciones más recientes indican una leve tendencia a lluvias por encima de lo normal, especialmente en el centro y noreste del país, a partir de septiembre.

Esto representa un cambio significativo respecto de campañas anteriores, en las que las lluvias primaverales llegaron tarde o, directamente, no se concretaron. Si esta tendencia se consolida, podría significar una primavera más activa, lo cual daría un respaldo adicional a los cultivos de invierno en la etapa final de su ciclo.

El escenario, por ahora, invita al optimismo, aunque como siempre será clave seguir de cerca las actualizaciones de los pronósticos a medida que avance la campaña para que la toma de decisiones de los productores sea la óptima.

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