La chocotorta es mundial: ya está entre las 10 mejores del mundo. Cómo nació. Cuál es la original

Detalles del premio, del origen de la preparación, y una receta alternativa de una de las tortas más populares del país

Chocotorta

Se supo recientemente que la chocotorta, uno de los postres argentinos preferidos, fue elegido como uno de los 10 más ricos del mundo.

Así lo determinó un sitio web especializado, Taste Atlas, que elabora rankings culinarios basados en los votos de consumidores de todo el mundo.

La pesquisa ubicó a la chocotorta en el noveno puesto del ranking mundial de postres con una valoración de 4,48 sobre un puntaje máximo de cinco.

Solamente tres opciones sudamericanas lograron subirse a la nómina pero el nuestro es el único que logró ubicarse al tope de los diez primeros.

Los otros dos son el brasilero pavé, que es similar, con vainillas y leche condensada como ingredientes principales, y el chajá uruguayo, la clásica torta bizcochuelo con crema, duraznos, dulce de leche y merengues.

El postre argentino sin hornear, herencia de la cocina italiana, está inspirado en el famoso tiramisú. Para su elaboración se requieren tres ingredientes básicos: galletitas de chocolate, dulce de leche y queso crema.

Receta

La receta típica es con queso crema y dulce de leche pero hay variantes, como la que propone utilizar crema de leche en reemplazo del queso.

Ingredientes

Procedimiento

Batir la crema hasta que esté bien firme, cuidando que no se corte. Agregarla al dulce de leche con movimientos envolventes.

Remojar cada galletita y colocarlas en una fuente hasta formar una capa. Colocar una capa de la crema, otra capa de galletitas humedecidas y así cuatro veces.

Llevar al frío y al servir rallar un poco de chocolate por encima.

Cómo nació

La autoría de la chocotorta se le atribuye a la publicista Marité Mabragaña, quien en 1982 logró una acción publicitaria inédita hasta entonces en nuestro país, la de reunir a dos marcas, la de las galletitas y la del queso crema, que eran clientes de la agencia para la que trabajaba.

«Lo que me interesaba de la chocotorta es que no se tenía que hornear y era como un juego que metía al hombre y a los chicos en la cocina», contó la publicista.

Aunque hoy resulta difícil de creer, las empresas comercializadoras de las marcas tardaron un año en decidirse a incorporar la receta en sus envases y lanzar la publicidad en conjunto.

 

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