Como cada último viernes de noviembre desde hace treinta años, la comunidad de la Parroquia Stella Maris celebró las Fiestas Patronales en honor a la advocación mariana protectora de los que viajan y de quienes buscan su sustento en el mar.
«Hubo oración, procesión, Eucaristía, baile, música y mucho festejo», resaltaron los organizadores, agradediendo a las instituciones presentes, al municipio por colaboración, y «a todos lo que fueron a visitar a la Virgencita».
El párroco Walter París presidió la procesión con la imagen de la Virgen por las calles y la Misa central en el templo, para más tarde dar lugar a quienes le dieron colorido marco entre cena, música y baile.