La legislatura bonaerense tiene en sus manos la oportunidad de saldar una deuda histórica de representación con las localidades no cabeceras de los 135 municipios de la provincia bonaerense. La modificación del Decreto militar 6769/58, conocida como “Ley Orgánica de las Municipalidades”, es necesaria para una reforma que permitirá la creación de Delegaciones Municipales con elección directa de sus delegados en localidades con más de mil habitantes.
Esta medida apunta a fortalecer la democracia local, optimizar la gestión de recursos y, sobre todo, dotar de voz a comunidades que han sido tradicionalmente postergadas.
El actual sistema, en el que el intendente designa al delegado municipal, no solo es un resabio del pasado militar, sino que limita la representación y la independencia de estas localidades no cabeceras. En grandes centros poblacionales, esta centralización burocrática genera desconexión entre las necesidades locales y la gestión, lo que lleva a una administración lenta e ineficaz.
La elección directa de los delegados no solo democratizaría la gestión sino que también acercaría el poder de decisión a los vecinos, garantizando que quienes los representen actúen en su beneficio directo.
Este proyecto de reforma no solo responde a una cuestión de representatividad sino que busca resolver un problema aún más profundo: la migración de jóvenes y de familias. La falta de oportunidades, servicios deficientes, y la dependencia total de la administración central llevan a muchos a abandonar sus comunidades de origen.
En las últimas décadas, cerca de 250 localidades han desaparecido y 350 más están en peligro de convertirse en «pueblos fantasmas». Con un delegado municipal elegido por voto directo, cada delegación tendrá un dirigente que defienda sus intereses ante el Honorable Concejo Deliberante (HCD) y gestione recursos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Esto permitirá brindar más oportunidades, frenando así el éxodo de jóvenes y revitalizando la vida local.
Hoy en día, la mayoría de las 1.134 delegaciones municipales en la provincia representan pequeñas y medianas localidades que no cuentan con concejales propios en el HCD, lo cual limita sus posibilidades de participación en decisiones fundamentales y deja sus derechos desprotegidos.
La falta de herramientas efectivas para hacer valer sus necesidades hace que estas comunidades dependan exclusivamente de la administración central en la cabecera municipal, creando desigualdades en la distribución de los recursos y en la calidad de los servicios públicos, incluso, ante la falta de respuestas, lleva a que jóvenes y familias tengan que migrar de su lugar de origen.
Una reforma que modifique los artículos 28, inciso 6; 178, inciso 1; y 181, incisos 1 y 2, del Decreto militar 6769/58, para establecer que las localidades con más de mil habitantes sean automáticamente consideradas Delegaciones Municipales, con elección popular de sus delegados. Para localidades más pequeñas, se crearán Consejos Vecinales Electivos que funcionarán como órganos consultivos, proporcionando un canal de participación y defensa de los derechos de sus vecinos. Estos consejos, al igual que los delegados, podrán utilizar la “Banca del Delegado” para exponer las necesidades de sus comunidades ante el HCD.
No basta con cambiar la forma de elegir a los representantes locales; también es necesario dotarlos de recursos para que puedan cumplir sus funciones. Por ello, la reforma plantea modificar la Ley 10.559, incrementando el porcentaje de coparticipación municipal del 16,14% al 20%, destinando el 3,86% de ese aumento exclusivamente a las delegaciones municipales.
Este fondo adicional permitirá financiar sueldos, servicios básicos, programas de salud y emergencias en las localidades no cabeceras. Así, se garantizará que estas delegaciones tengan los recursos necesarios para operar de manera eficiente, sin afectar las partidas presupuestarias municipales existentes.
Es hora de que las comunidades locales tengan una representación auténtica, que no solo las conecte con el gobierno municipal sino que las fortalezca para decidir su futuro. La elección directa de los delegados municipales asegura una mayor participación ciudadana y una administración que responda a las necesidades específicas de cada lugar.
Al mismo tiempo, contribuye a frenar la migración de jóvenes al darles razones para quedarse, construir y prosperar en sus lugares de origen. Esto no es solo una reforma administrativa, es un paso hacia una provincia más representativa, participativa, justa, y fiel a los principios de la soberanía popular.