La foto y el escritor

La foto y el escritor

Noviembre pasado, el día después del estreno del documental de César Milstein me llamó Guillermo Rueda. Colega del diario, Guillermo había estado en el auditorio de la Biblioteca Rivadavia y durante la conversación mencionó una foto desconocida. Me la envió por whatsapp con el acertijo si reconocía a los protagonistas que aparecían en primer plano.

Rápidamente identifiqué a Milstein, que entregaba el diploma a un joven universitario. Reconocí el ámbito y el momento. El aula magna de la UNS durante la visita en 1987 cuando en una ceremonia memorable el bahiense ilustre recibió el título de doctor honoris causa.

Jamás hubiera reconocido al doctorado en matemáticas que aparecía en esta foto inédita que ilustra esta crónica y sale a la luz cuarenta años después. Momento único; lo primero que pensé fue en la procesión por dentro que vivió el joven recibiendo el diploma de Milstein.

Me sorprendí cuando el colega dijo que el afortunado doctorado en matemáticas era el escritor Guillermo Martínez. Para completar el aporte periodístico entre colegas que tanto agradezco, de yapa, me pasó su celular.

Desde ese momento me entusiasmé con el proyecto de producir un documental que narre con imágenes la historia del escritor bahiense de proyección internacional. No lo conocía personalmente, había leído alguno de sus libros y me parecía fascinante descubrir su mundo de ficciones, la convivencia del matemático con el escritor, la influencia de sus padres, sus hermanos, la ciudad de la infancia, los amigos, el tenis y el ajedrez.

Guillermo vive en Capital, lo llamé, conversamos de la foto con Milstein y el interés de producir un documental sobre su vida y obra. Nos vimos en su casa, comencé a conocerlo, me abrió la puerta de su biblioteca.

La producción del documental estaba en marcha. Eso fue a fines de diciembre, al mismo tiempo que Guillermo preparaba las valijas para viajar a EEUU, donde permanecerá hasta mayo trabajando en lo suyo, la cátedra de literatura que dicta anualmente en la Universidad de Nevada.

Desde entonces estoy inmerso en la lectura de sus cuentos, novelas y ensayos. Guillermo Martínez es uno de los autores argentinos más traducidos en el mundo.

Su novela “Crímenes imperceptibles”, que escribió en los años en que estudió en la Universidad de Oxford, fue best seller en Inglaterra, donde se vendieron 200 mil ejemplares y se tradujo a 40 idiomas. El libro se hizo película, fue llevado al cine por el director español Alex de la Iglesia con el título “Los crímenes de Oxford”.

Otros dos libros también inspiraron películas. “El hijo”, protagonizada por Joaquín Furriel y Martina Guzmán, adaptación de la novela “Una madre protectora”, y “La ira de Dios”, con Diego Peretti y Juan Minujín, basada en el libro “La muerte lenta de Luciana B.”. Los tres títulos están disponibles en las plataformas de streaming.

Mientras Guillermo dicta cátedra en la universidad con sede en Las Vegas aquí hay mucho trabajo de producción por delante y sobre todo de lectura de textos, reportajes y filmaciones de lugares, familiares y amigos de su entorno, que en muchos casos se mimetizan con los personajes de ficción en sus cuentos y novelas.

La idea es que el documental esté terminado para el mes de julio próximo. Lo conversé con Daniel Vega, rector de la UNS, y acordamos que el estreno sea en Colón 80, el aula magna de la universidad.

Las vueltas de la vida: de aquel pibe de la foto de hace cuarenta años recibiendo el diploma de manos de Milstein en el aula magna, a este exitoso escritor de hoy, uno de los argentinos más conocidos, reconocidos y traducidos del planeta.

El proyecto siempre es un desafío y lo que más disfrutamos del proyecto es el trayecto que va del guión a la película.

En eso estamos.

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