Prometido para la temporada, mucho después del final del verano el hospital modular de Monte Hermoso aún no fue inaugurado.
Falta el equipamiento, que debe aportar el gobierno nacional.
El gobernador de la provincia Axel Kicillof, en su reciente visita a Bahía Blanca, fue consultado sobre el tema. ¿Qué dijo?
«Lanzamos hospitales modulares pero necesitan respiradores, camas, equipos de bombeo, enfermeras, intensivistas, médicos. Armar todo eso no se hace en un día», sostuvo en una entrevista con un medio bahiense.
La llegada del mandatario provincial había estado precedida por un reclamo del intendente Héctor Gay y de concejales de la bancada oficialista tendiente a «que se ponga en funcionamiento el hospital modular de Monte Hermoso para sumar camas al sistema sanitario regional, teniendo en cuenta que la ciudad hoy recibe pacientes de toda la zona».
Luego del acto de entrega de patrulleros para varios distritos (entre ellos el nuestro) y de los anuncios de obras efectuados en su estadía en Bahía Blanca, Kicillof explicó que la decisión de hacer hospitales modulares fue tomada porque «son más rápidos de construir».
Dejando en claro que el de nuestro balneario no será inaugurado en lo inmediato, dijo: «En verano estábamos en capacidad de enviar recursos desde el conurbano. Hoy el eje está allí. Puede ser que en un futuro se alivie la situación y podamos relocalizar recursos, pero hoy no».
Por otra parte, el secretario de Salud montehermoseño, Jorge Busca, siempre se encargó de remarcar que la utilización del hospital modular, cuando estuviera listo, no sería para casos severos de Covid.
“No es un hospital para la atención de pacientes graves o críticos, no está creado este hospital para eso, es para atención primaria de Covid”, precisó en declaraciones recientes.
Por estos días se advierte la presencia de operarios que trabajan en el área de estacionamiento y en el interior, con la ñata contra el vidrio, se divisa equipamiento sin desembalar.
Antecedentes
A fines del año pasado y con vistas a la temporada de verano, la Provincia anunció la construcción de hospitales modulares en distintas localidades de la costa atlántica, entre ellas Monte Hermoso, para combatir el coronavirus durante la llegada del turismo.
Ya comenzada la obra se informó que el 15 de diciembre era la fecha prevista para su finalización.
Por entonces se aclaró que se trataba “de una unidad móvil solo para Covid, equipada con laboratorio de PCR para detectar o descartar casos sospechosos”.
Se anticipaba que tendría “capacidad de realizar hasta 200 determinaciones diarias, como tiene el Hospital Penna de Bahía Blanca”.
En plena temporada se advertía que la unidad sanitaria no estaba llegando a tiempo, al igual que los de otros destinos turísticos.
Según explicamos en una nota a fines de enero, el programa para construir los nuevos centros sanitarios fue diseñado con un esquema de participación oficial tripartita donde los municipios tenían que aportar los terrenos, las provincias hacer las plataformas de montaje y conexiones esenciales, y la Nación afrontar las inversiones destinadas a las estructuras modulares y equipamientos médicos.
La mayoría de los municipios donde se estaban construyendo los hospitales habían cumplido en tiempo en forma con la entrega de los terrenos.
Los funcionarios nacionales, por su parte, reconocían que el tema era sumamente complejo “porque implica coordinar acciones y tareas con intendentes y gobernadores”.
Pero consideraban que “no hay retraso alguno porque la habilitación de los hospitales estaba prevista durante el transcurso de la temporada”.
Polémica
Ante el agravamiento de la situación sanitaria en la región, desde Bahía Blanca, no sin picardía, se puso en el tapete el hospital modular de nuestra ciudad.
Con el argumento de que permitiría ampliar la atención para toda la Región Sanitaria I, el jefe comunal Héctor Gay anticipó que iba a aprovechar la visita de Axel Kicillof para pedirle que se lo incorporara a las unidades disponibles.
“No necesito intermediaros”, fue la primera reacción de Dichiara, sorprendido (y molesto) por la actitud de su par bahiense.
Aprovechó para aclarar que el hospital modular “tiene ocho camas de atención primaria, no son de terapia intensiva ni están preparadas para eso. Y aún, si se armara para terapia, el gran problema que nos vamos a encontrar es que no hay recurso humano”.
Después redobló la apuesta y calificó de “mala leche” la actitud de los bahienses.
Kicillof respaldó a Dichiara manifestando su malestar por los cuestionamientos recibidos desde la oposición: «Criticar todo no sirve; podrían ayudar, y sería bienvenido”, dijo, aunque en rigor de verdad solo se habían pedido informes.
“Nosotros trabajamos y a todo vapor”, comentó. “En la región se hizo mucho y la llegada de contagios a la zona pone todo en tensión como ocurrió en el AMBA».
El gobernador aseguró que siguen trabajando “para ampliar la capacidad sanitaria lo más posible. Lo que se ha hecho son importantes obras, seguimos trabajando para eso. Pero hay que ser solidarios y reconocer todo lo que se hizo».
Defendió su gestión detallando que «los intendentes de la oposición han recibido de todo: plata, vacunas, respiradores. Veníamos de una época en la que el que no era amarillo no necesitaba nada. Yo no vine a vengarme, vine a ayudar. Hemos abierto hospitales y trabajado sin mirar quién es el intendente, de qué espacio político es», remató.