El 24 de noviembre la Guía Michelin difundirá la lista de los locales gastronómicos destacados y premiados, si los hubiera, luego de que inspectores de la afamada guía, que otorga las famosas “estrellas”, desembarcaran en Argentina.
En julio de este año, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, había anunciado su llegada destacando que nuestro país es el primero de habla hispana en Sudamérica en el que la Guía Michelín desarrolla sus estudios.
Los inspectores visitan de forma anónima los restaurantes seleccionados, pagando lo que consumen como un cliente común, para luego elaborar sus informes evaluando cinco valores: calidad de producto e ingredientes, dominio de las técnicas culinarias, armonía de sabores, personalidad del chef y consistencia a lo largo del menú y del año.
Luego, la distinción con el otorgamiento de estrellas se efectúa con base en una escala que evalúa la excelencia del lugar: una estrella significa que el establecimiento es muy bueno en su propia categoría; dos, implica que la cocina es excelente, digna de ser visitado; y las tres estrellas, el máximo, están reservadas para cocinas excepcionales por las que vale la pena hacer un viaje especial.
Por estos días, en el tramo final del proceso de selección, empezó a trascender que entre 60 y 70 locales de la ciudad de Buenos Aires y de la capital de Mendoza (los primeros sitios auditados), podrían obtener la preciada distinción de la guía.
Suenan con más fuerza entre ellos el restaurante Azafrán, de Mendoza, y los porteños Aramburu, Don Julio y Julia.
Otros sitios que podrían estar incluidos son Picarón (en el barrio de Chacarita, a cargo del chef Maximiliano Rossi), Mengano, Chui, Anchoíta, La Alacena, Roux, Trescha y Anafe.
También resuena el restaurante 13 Fronteras, a cargo del cocinero estadounidense Dave Soady, reconocido por haber recorrido todo el continente americano en su auto antes de enamorarse de Buenos Aires y abrir un restaurante que combina lo mejor de todas las culturas.
Aseguran que hay varios ejemplos de países que tuvieron impacto positivo en sus economías gracias a la Guía Michelín. De acuerdo con un informe de la consultora Ernst & Young, la ciudad danesa de Aarhus, por ejemplo, experimentó en 2015 un 17% de aumento en el número de huéspedes en sus hoteles, mientras que en San Francisco, Estados Unidos, en tan solo un año fueron creados más de 4 mil empleos (en forma directa, indirecta e inducida) en el sector gastronómico.