El 10 de febrero se celebra el Día Mundial de las Legumbres y este año su valor nutricional cobra aún más relevancia tras una actualización en las guías alimentarias de Estados Unidos, que reconoce a estas semillas como una fuente principal de proteínas.
La reclasificación surge a partir de un informe del Comité Asesor de las Guías Alimentarias de 2025, donde el Departamento de Agricultura norteamericano decidió trasladar a las legumbres del grupo de los vegetales al de las proteínas. Este cambio no es menor, ya que refuerza la importancia de su aporte proteico en la dieta diaria y modifica la manera en que se piensan las recomendaciones nutricionales.
La licenciada en Nutrición Rocío Oyola (MP 7228), matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, explicó: “Durante décadas, las carnes fueron la base fundamental cuando se hablaba de aportes proteicos, pero a partir de estas nuevas guías se propone que las proteínas de nuestra alimentación provengan fundamentalmente de granos leguminosos, seguidos por frutos secos, semillas, animales marinos y, por último, la carne vacuna y el huevo”. La especialista destacó que estas actualizaciones se basan en una revisión sistemática de estudios científicos que evidencian los beneficios de reemplazar las proteínas de origen animal por proteínas vegetales.
Las legumbres incluyen arvejas, lentejas, garbanzos y porotos, entre otras, y son una fuente nutricional completa. Además de proteínas, aportan vitaminas A, B, C, D, E y K, así como minerales esenciales como hierro, magnesio, potasio, fósforo y zinc. También son bajas en sodio y ricas en ácidos grasos poliinsaturados, lo que favorece la salud cardiovascular.
Desde el punto de vista digestivo, estos alimentos son una fuente importante de fibra, lo que contribuye a la salud intestinal y brinda mayor saciedad en las comidas. Oyola detalló: “Si hablamos de fibras, son fundamentales porque mantienen saludable nuestra microbiota intestinal, regulan el tránsito intestinal y logran que los platos sean mucho más saciantes. Además, los hidratos de carbono complejos que contienen tienen un bajo índice glucémico, lo que significa que la energía se libera de manera más gradual, evitando picos de glucosa y beneficiando especialmente a la población con diabetes”.
Más allá de sus propiedades nutricionales, las legumbres destacan por su versatilidad en la cocina. Se pueden utilizar en platos dulces y salados, lo que las convierte en un ingrediente clave para una alimentación variada y equilibrada.
La creciente popularidad de las dietas vegetarianas y veganas también impulsa la necesidad de investigar nuevas formas de obtener nutrientes completos sin depender exclusivamente de alimentos de origen animal. En este sentido, Oyola enfatizó: “Las y los nutricionistas debemos actualizarnos como parte del ejercicio de la profesión de manera responsable y respetuosa con todas las elecciones alimentarias, para que nuestras intervenciones sean oportunas”.
El reconocimiento de las legumbres como proteínas en las guías alimentarias de Estados Unidos es un paso hacia una alimentación más equilibrada y sostenible, que podría incentivar su consumo a nivel global y generar beneficios significativos para la salud pública.