La cuarentena, como forma de prevenir el contagio en un contexto de epidemia , es una de las políticas de salud pública más antiguas que existen. La palabra “cuarentena” en sí se deriva de la palabra francesa “quarantaine”, que significa “alrededor de 40″. La palabra se usó por primera vez en inglés en 1617 para referirse a los 40 días que un barco sospechoso de portar una enfermedad contagiosa se mantuvo aislado en alta mar.
A lo largo de la historia argentina, el Estado también aplicó medidas de reclusión y aislamiento de la población durante diversas epidemias. ¿En qué consistieron esas medidas, y qué reacciones generaron en la sociedad?
Cólera, fiebre amarilla y gripe
En la segunda mitad del siglo XIX, Argentina se vio afectada por la epidemia del cólera y de la fiebre amarilla. El historiador Maximiliano Fiquepron explicó que en ese contexto «en La Boca y San Telmo, los barrios más afectados por la epidemia, se hacían cordones sanitarios, pero los resultados eran muy malos porque en la práctica la gente seguía circulando».
Por otro lado, dado que las epidemias entraban a través del puerto, «lo primero que hacían las autoridades era ir hacia los puertos, donde se controlaban los barcos y se los ponían en cuarentena -agregó-. Antes de 1870, los pasajeros tenían que permanecer en el barco aproximadamente veinte días. De 1870 en adelante, se los trasladaba a todos a la isla Martín García por dos o tres semanas. Allí permanecían hacinados y mal alimentados».
La cuarentena, en cambio, resultó un poco más estricta con la llegada de la mal llamada gripe española en 1918 . Las medidas que se tomaron en aquella época incluyeron el cierre de todos los lugares que congregaran reuniones de carácter masivo: escuelas, cines, salones de baile o talleres con más del 30% de personal enfermo. Si bien no se trató de una cuarentena tan extrema como la que vivimos hoy en día, algunos sectores sociales reaccionaron con insatisfacción frente a la normativa.
Ahora bien, ¿cuál era la situación en el interior del país? La tasa de mortalidad fue mayor en las provincias más pobres como Catamarca, Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. Esto se debía a las desiguales condiciones socioeconómicas, a las altas tasas de analfabetismo y a las diferencias en el sistema sanitario.
Fuente: La Nación