Este fin de semana largo ha sido el último empujón del verano en la ciudad. Con la capacidad a pleno, con todos los negocios aún abiertos, con espectáculos preparados para la celebración de Carnaval, transcurre un fin de semana inestable climáticamente, con un hermoso sábado de playa que fue disfrutado a pleno, pero una tarde noche colmada de lluvia y un domingo también inestable.
Fue un febrero tranquilo, con menor concurrencia de veraneantes, pero que, sin embargo, se los pudo observar disfrutando de todo lo que Monte Hermoso ofrece. Restaurantes a pleno, confiterías también, listas de espera los fines de semana; los dos trencitos siempre elegidos por los niños, que con su música alegre y sus personajes animados, llenan el paseo de alegría y diversión. Del mismo modo, el carrousel fue una opción muy elegida, no solo porque es la única propuesta de este tipo para los niños y niñas sino también porque el lugar es un paseo digno de disfrutar.
Ya con un gasto un poco mayor, las dos salas de juegos electrónicos y el cine fueron opciones también para los niños de todas las edades. La oferta se completa con los espectáculos “a la gorra”, que cada noche de toda la temporada veraniega se presentaron en el Anfiteatro Jorge Pedro Chiaradía, con payasos, malabaristas, bandas musicales y propuestas variadas, alegres y divertidas.
Febrero siempre es un mes pleno de familias. Tal vez porque los adolescentes y jóvenes ya vuelven a sus estudios de nivel superior, entonces las familias con niños más pequeños aprovechan a descansar los días previos al inicio escolar.
Los supermercados estuvieron colmados también y los negocios del sector céntrico contaron con numeroso público para sus propuestas y ofertas.
Los precios de los comestibles sufrieron pequeños aumentos y eso se ve día a día en todos los supermercados del país. Si bien se reconoce que no en una medida descabellada los alimentos sufren pequeños aumentos cotidianamente. Sin embargo, las propuestas que más se llevan la presencia de la gente, son los grandes supermercados, que no solo ofrecen la posibilidad de elegir sino también la del pago con distintas tarjetas, y tienen ofertas que la gente aprovecha.
El aspecto cultural no se vio ausente, en las numerosas propuestas gratuitas de Biblioteca Popular, Museo de Ciencias Naturales y Museo Histórico. Asimismo, la Asociación Cristiana de Jóvenes ofreció sus espectáculos musicales como todos los años, como así también los sábados de teatro en el Centro Cultural con el Grupo Amararte, que es un taller municipal de teatro.
La playa se destacó este mes de febrero, ofreciendo días de pleno sol y aguas cálidas para disfrutar en familia. Debe destacarse también, que este año las aguas vivas fueron las grandes ausentes, y eso da una tranquilidad que completa la plenitud de las playas seguras, extensas y plenas, con el diario espectáculo del sol naciendo y poniéndose sobre el mar. Nadie puede quejarse de las playas de nuestra ciudad, este verano fueron las mejores. La familia a pleno disfrutándola, jugadores expertos y novatos de tejo, castillitos, arcos en los lugares de acceso, pasarelas seguras y los guardavidas siempre atentos. Quizás esa es la respuesta por la cual la gente sigue eligiendo nuestras playas como lugar de veraneo.

Lo malo
Como todos los años, las estafas en alquileres estuvieron presentes. Muchas familias, enviaron confiados sus señas para viviendas que no existían cuando llegaban a Monte Hermoso. Lamentablemente, este hábito se ha incrementado y la gente ya no puede confiar en contrataciones directas con los propietarios, a menos que estos tengan una manera segura de garantizar esos alquileres.
Si bien la propuesta de las inmobiliarias es la más segura, muchas personas no quieren hacer la contratación por esta vía porque los alquileres resultan más caros. Pero, también son más seguros.
Lo bueno
La gente de febrero no estaba tan ansiosa ni enojona como la de enero. Se los vio más tranquilos y con ganas de disfrutar sus vacaciones. Eso es muy bueno para todos.
Lo lindo
La Casa de la Cultura que se prepara para ser prontamente inaugurada. El período de sesiones del Honorable Concejo Deliberante que se iniciará en marzo. Un intendente presente y dialoguista.
La laguna Sauce Grande siempre cuidada y siendo un hermoso lugar que la gente sabe aprovechar.
Lo feo
Las calles inundadas con la lluvia, los tremendos pozos que surcan las calles sin asfalto y si bien el equipo municipal de camiones trabaja mucho nunca alcanza a repararlas. Lo grave es que en estas calles es donde vive el mayor caudal de lugareños y a veces se ponen intransitables. El Faro Recalada que espera los trámites que autoricen su pintura y restauración (están trabajando en esto, pero son cosas lentas).
Y también merece mención el incendio que arrasó con el lugar de reciclado de basura y que también se hizo presente en varias oportunidades en el basurero a cielo abierto. Hay que destacar la intensa labor de los Bomberos Voluntarios locales que trabajaron duro para combatir los distintos focos.
Año electoral
Sabemos que este es un año político y tanto a nivel nacional como provincial, los ataques y defensas no han cesado en el verano. Podemos observar al oficialismo local obligado a contestar, no solo a través de su máximo referente político el diputado Alejandro Dichiara (vicepresidente de la Cámara de Diputados) sino también de los referentes de segunda línea, que replican los dichos del líder aunque se esperan declaraciones propias.
A esto se suma las adhesiones de los referentes de la UCR, que replican las declaraciones de las autoridades nacionales del partido, respondiendo a los ataques recibidos por los dirigentes provinciales.
Mientras Milei ataca a Kicillof y este se defiende, en el medio quedan los unos y los otros. Los que son pero no quieren decir que son (peronistas), los que no son libertarios, los radicales y todos los que tengan ganas de salir a hacer declaraciones. Y esto recién comienza.
Este año va a ser agitado. Los reclamos al gobierno nacional son numerosos y serios. Por eso la agenda política ya viene cargada.
Veremos qué dicen las urnas cuando llegue el momento.