Del mismo modo que el otro bloque opositor explicó las razones de su rechazo al presupuesto para el próximo ejercicio, los concejales de Juntos por el Cambio difundieron un comunicado con los argumentos que los llevó a no aprobarlo.
En la sesión extraordinaria del jueves pasado, en la que se puso en tratamiento la propuesta del Ejecutivo, Slvia Manzo, la titular de la bancada que integra con José Luis Sánchez, fue la encargada de plantear las objeciones en el recinto, que reprodujo luego la agrupación que integran en un mensaje cuyo texto publicamos a continuación.
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De la lectura y análisis político realizado en el escaso tiempo del que dispusimos para hacerlo (una semana con feriados festivos en el medio incluidos) pudimos extraer datos tales como:
– A pesar de haberse difundido de manera fundamentada y en consonancia con el giro en las tendencias logradas por el equipo económico nacional de los índices inflacionarios, con un fuerte descenso durante todo el año 2024 (última medición de noviembre 2,4%), que permite proyectar un 18,9% para 2025, elaboran un proyecto superior, respecto al del año anterior, a un 107 por ciento, sumándose un aumento de tasas que varía entre 80 y 180%, fijándose un incremento a servicios urbanos de un 87% con respecto al valor del corriente mes de diciembre.
– A la hora de analizar la distribución de recursos por secretarías, observamos que el mayor porcentaje de aportes los recibe la Secretaria de Mantenimiento y Gestión Urbana (casi 5.000 millones) y cuenta con el mayor número de empleados (184); en tercer lugar está la Secretaría de Obras, con 2.300 millones y 50 empleados. Ambas fueron desdobladas en la actual gestión, y juntas se llevan más del 25% del presupuesto. Al momento de analizarlo no se contó con información fehaciente del destino de semejante monto, solamente conocemos el porcentaje que se destina a los sueldos de empleados, cuyo número no podemos tampoco constatar, como tampoco tenemos información de ninguna obra de magnitud que lo justifique.
– La Secretaría de Salud es la segunda con más presupuesto otorgado, con $2.800 millones y 128 cargos que no sufrieron cambios significativos respecto a 2024 a pesar de haberse enunciado en varias ocasiones que la atención en el hospital municipal se vio incrementada por la crisis del último año de las obras sociales, tanto la nacional PAMI como la provincial IOMA (recordemos que IOMA es la obra social de los casi 865 empleados municipales y sus familias).
– La Secretaria de Turismo y Cultura, separada ahora de la Secretaría de Deporte, recibe la exorbitante suma de 1.817 millones de pesos necesitando para su gestión 83 empleados administrativos. A pesar de haber sufrido una reducción con respecto al año anterior resulta enorme máxime si lo comparamos con el presupuesto estimado de la Secretaría de Desarrollo Humano y Social a la cual se le destinaran 1.526 millones de pesos, siendo que desde el oficialismo definen estos tiempos como de crisis
– En quinto lugar se encuentra la Secretaria de Gobierno, con un presupuesto de 1.271 millones de pesos y 90 empleados de imposible verificación para nosotros, dado que la secretaría no cuenta con espacio capaz de albergarlos a todos juntos, como tampoco tenemos acceso a la nómina de quienes ocupan los cargos.
– Analizando los gastos por objeto encontramos que las prioridades están puestas en los bienes de consumo (se destinan más de 2.000 millones y medio de pesos) por sobre el mantenimiento y las construcciones (para estas dos últimas se destinan 1.700 millones).
– Se pagarán 176 millones de pesos en alquileres cuando la municipalidad posee propiedades y se prevé un gasto tan superfluo como la propaganda y publicidad, por más de 100 millones de pesos, mientras que en equipos de seguridad solo se invertirán 2,2 millones.
Del encuentro con el equipo de la Secretaria de Hacienda del municipio surge:
Como dato a tener en cuenta, si bien desde las fuentes oficiales se proyecta una inflación para el año próximo del 18,9% y las fuentes no oficiales estiman que será del 36 y hasta el 50%, desde el municipio prefieren basarse en estos últimos números.
Dado el cambio de paradigma económico nacional por el cual ya no se cuenta con subsidios para obras, ahora se verán obligados a crear el Fondo de Amortización y el Fondo de Reserva para Obras, que significa más carga tributaria para los contribuyentes.
Se están implementando también políticas de recupero de deuda y acciones de relevamiento para la equidad contributiva.
Con todo lo leído y escuchado sacamos nuestras propias conclusiones:
Si bien la distribución de recursos por secretarías ha mejorado en su equidad con respecto a años anteriores, aún denotan que en las prioridades están primero las obras de estética, como mantenimiento y embellecimiento visual para la temporada, eventos que hagan de atractivo turístico, inversiones en actos y actividades que no son de primera necesidad como sí lo son las obras básicas de cloacas, agua, asfalto, que quedarán relegadas por falta de aportes desde Nación.
Hablan de la necesidad ahora de crear un fondo de amortización y otro de reserva de obras a pesar de que hace años se les cobran a los vecinos las obras que fueron en su momento financiadas en su totalidad por Nación, siendo este un supuesto fondo de recupero para nuevas obras cuando no tenemos hasta el momento información de cuánto ha sido lo recaudado ni en qué se utilizó el dinero.
Si analizamos los gastos por objeto, tampoco coincidimos en las prioridades: en bienes de consumo se destinan más recursos que a construcciones y maquinarias; a publicidad y propaganda 110 millones por sobre gastos en equipos de seguridad que se destinan solo 2,2 millones, sumándose a esto gastos en alquileres y subsidios a privados.
Si miramos los caminos para paliar la actual situación y enfrentar los desafíos futuros ellos son más incremento de tasas, más presión impositiva, políticas de recupero de deudas, relevamientos, informatización para acceder a los datos de los contribuyentes, más regulaciones.
Este festival de aumentos de tasas está absolutamente a contramano de los intereses de los vecinos que son los que pagan, y del nuevo paradigma económico que con sacrificio apoyan los argentinos con la esperanza de lograr de una vez y para siempre salir del estancamiento al que nos han sometido 70 años de practicar siempre las mismas recetas, con idénticos resultados de incremento de la pobreza y la dependencia del estado; pérdida de la capacidad económica y con ella de la libertad para decidir qué, cuándo, dónde y cómo comprar y vender.
Propusimos una graduación de los incrementos dado que el supuesto 75% de inflación que a su criterio puede llegar a haber (desestimando la fundamentada proyección del equipo económico que contra todo pronóstico logró revertir las tendencias hacia la hiperinflación y reducirla a valores inimaginables hace un año en tiempo record), entonces aumentar ese porcentaje ya desde enero, con una inflación que en el peor de los casos superaría el 3% resulta actualmente exagerada.
Propusimos también para mejorar el ingreso de los empleados municipales y la prestación de los servicios que desde la comuna se deben devolver a los contribuyentes como contraprestación de sus aportes, se realice una nueva estructuración y adecuación de cargos en la planta de personal pues, de los números declarados, hay secretarías que tienen personal administrativo para el que no tienen capacidad física de alojar mientras que hay otras donde sería de utilidad contar con más mano de obra, como por ejemplo en el hogar de abuelos donde figuran solo dos personas.
Debemos tener en cuenta que la gente ha tomado conciencia que el dinero público le pertenece y quiere que los estados, tanto nacional como provinciales y municipales, lo manejen de la manera más transparente y eficaz posible. Como explicó el presidente Milei, la manera menos eficiente de administrar el dinero es cuando se gasta dinero de otros en otros. Esto genera malestar, y en Argentina nos cansamos de que otros malgasten nuestros aportes, que mucho sacrificio nos cuesta generar y pagar.
Por eso no podemos concebir que en este presupuesto no se intentó agudizar el ingenio para demostrar que la dirigencia política de Monte Hermoso entendió el pedido de la gente buscando reducir consumos y gastos, readaptando partidas y readecuando los presupuestos.
En claro mensaje de contradecir las exigencias de los contribuyentes y las marcadas tendencias hacia el ajuste, ejecuta acciones que lejos de contribuir a alivianar la carga de quienes sostienen con su aporte al erario público, se ocupan de parecer inclusivos requiriendo la mención de políticas de género en el 38% de las actuaciones, duplican la apuesta contra el cambio, y el presupuesto.
Foto del encabezado, Mónica Carmelino