Los kiosqueros escolares de la provincia de Buenos Aires pusieron una fecha límite al reclamo que presentaron hace seis meses al gobierno de Axel Kicillof para volver a trabajar en los establecimientos educativos.
“Si no nos autorizan a abrir, el viernes vamos a movilizarnos a la Gobernación provincial para que Axel Kicillof escuche nuestro pedido y nos dé una solución”, afirmó el referente del sector, Fernando Mendivil, en diálogo con la prensa.
Medivil, que se desempeña como concesionario en una escuela de Mar del Plata detalló que lograron tener un acercamiento con autoridades provinciales, pero sin obtener “una respuesta concreta”.
Los concesionarios indicaron que hablaron con intendentes de destinas localidades quienes demostraron su apoyo al petitorio de aprobación de un protocolo sanitario para vender alimentos y bebidas en las escuelas.
Con el inicio del ciclo lectivo en la mayoría de las instituciones educativas, los trabajadores se pusieron en pie de guerra en reclamo de una respuesta para el sector que lleva más de un año sin su única fuente de ingreso salarial.
En este sentido, Mendivil aseguró que “estamos a mitad de marzo por lo que el mes lo tenemos perdido porque nos dijeron que nos vamos a juntar a hablar nuevamente la semana que viene, pero sin ninguna fecha concreta, no tenemos ningún horizonte firme”.
Por otro lado, respecto a la situación de ahogo económico que atraviesan los trabajadores, el representante de las casi 30 mil familias que viven los kioscos dijo que “en 15 días hay que pagarle a los empleados porque hay un DNU, pero ¿cómo podemos hacerlo si no tenemos ingresos?”.
Vale recordar que días atrás, uno de los dueños de kioscos y bufetes de la localidad de Tres de Febrero, Juan Pablo Camarero, detalló que “somos más de 28 mil personas, entre dueños y empleados, que no tienen trabajo y la mayoría no recibió el IFE, menos de 200 familias recibieron el IFE y ninguna la Tarjeta Alimentar”.
Desde que comenzó a barajarse la posibilidad de que volviera la presencialidad a las escuelas, los buffeteros y kiosqueros presentaron diversos protocolos para poder retomar las actividades, tal como ocurrió en otras provincias como Mendoza y San Juan donde fueron aprobados.
“En el colegio donde trabajo van 1600 chicos, hay un patio enorme, se puede atender bien, con distancia y cuidados, sabemos que las colonias de vacaciones están abiertas, los bufetes del club están trabajando y nosotros no podemos vender ni dos alfajores”, reclamó Mendivil.
Durante los primeros días de marzo, unos 4.150.000 alumnos comenzaron el ciclo lectivo en toda la provincia de Buenos Aires bajo un sistema mixto que combina jornadas dentro de las aulas y otras de forma remota para evitar la concentración de personas.
La modalidad de burbujas establece una serie de protocolos que fijan la cantidad de alumnos por aula, el distanciamiento social y el uso de mascarillas, en el marco de la pandemia de coronavirus.
En tanto, el 17 de febrero pasado volvieron las clases para recuperar contenidos 1.100.000 estudiantes que tuvieron trayectorias discontinuas con sus docentes durante el año pasado, en el que tuvieron un formato virtual.
Foto: gentileza El Diario Sur