La primera experiencia fue en General Acha, donde las autoridades del municipio pampeano organizaron la proyección del documental de Favaloro para alumnos de las escuelas secundarias. Fue una gran experiencia y aprendizaje.
En junio pasado se reiteró la convocatoria en Coronel Dorrego, donde centenares de pibes de diferentes establecimientos de enseñanza media vieron el documental y en su gran mayoría por primera vez escucharon hablar del médico rural de Jacinto Arauz creador del By Pass.
Hace pocos días recibí un trabajo audiovisual cuyo disparador fue la charla y proyección. La realizaron alumnos de cuarto año de la Escuela de Educación Secundaria Nro 2, el antiguo colegio Nacional anexo Comercial del que soy egresado y siempre recuerdo con cariño.
Este trabajo que comparto demuestra que se cosecha lo que se siembra. Como dicen los cocineros, no pretendas sacar de la cacerola nada mejor de lo que pusiste en la cacerola.
Por eso es imprescindible que en los colegios secundarios en los que las clases de historia abarcan desde la antigua y medieval hasta nuestros días, se les enseñe además historia regional y, especialmente, vida y obra de estos próceres contemporáneos mundialmente reconocidos como Favaloro y Milstein, que son nuestros además porque habitaron en la región.
Comparto el audiovisual de los chicos de cuarto año. Va acompañado de citas extraídas de publicaciones, libros y conferencias de René Favaloro, seleccionadas y publicadas en la página de su Fundación.
Link al video: https://www.facebook.com/nestormachiavelli/videos/1449091889129060
Cualquiera de estas citas es un disparador para que los alumnos conozcan y reflexionen.
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Siempre he creído que toda realidad futura se eleva sobre cimientos de ideales y utopías. Sin duda, soñar es tarea fecunda. Dejaría de existir si no tuviera por delante desafíos que involucren por sobre todas las cosas, contribuir dentro y fuera de mi profesión al desarrollo ético del hombre.
(Conferencia “Ciencia Educación y Desarrollo”, Universidad de Tel Aviv, mayo de 1995)
Debe entenderse que todos somos educadores. Cada acto de nuestra vida cotidiana tiene implicancias, a veces significativas. Procuremos entonces enseñar con el ejemplo.
(Conferencia “Ciencia Educación y Desarrollo”, Universidad de Tel Aviv, mayo de 1995)
Todos somos culpables, pero si hubiera que repartir responsabilidades las mayores caerían sobre las clases dirigentes. ¡Si resurgiera San Martín caparía a lo paisano varias generaciones de mandantes!
(De Recuerdos de un médico rural)
Ha llegado el momento, insisto, de detener el girar constante de nuestro planeta. Examinarlo, examinarnos, hacer el diagnóstico correcto y buscar todos juntos el tratamiento adecuado. Solo lo lograremos si entendemos que estamos convocados por un compromiso ineludible: debemos luchar por una sociedad más justa y equitativa, sin prejuicios de ninguna índole. Solo lo lograremos si no nos apartamos nunca de los lineamientos éticos basados en el respeto a la dignidad del hombre.
Debemos trabajar, trabajar y trabajar con pasión. Siempre habrá tiempo para el ocio fecundo, en beneficio de todos. Hemos de esforzarnos para mejorarnos individualmente pero entendiendo que formamos parte de una sociedad que demanda nuestra participación.
Cuanto más destacada sea nuestra posición individual más grande será nuestro compromiso social. Ha llegado la hora de trabajar con humildad y modestia verdaderas. Hay que aprender a no marearse con las alturas de la montaña. En la montaña de la vida nunca se alcanza la cumbre.
(Mensaje de René Favaloro a los estudiantes reunidos en Glacier Park Lodge, Montana, Estados Unidos, 1993. De “Don Pedro y la educación“)
Si no tomamos conciencia del desastre ecológico que el hombre ha desatado en nuestro planeta –la Argentina no queda excluida– las consecuencias serán terribles. (…) Todos debemos comprometernos a luchar sin descanso por la rehabilitación del aire, el agua y la tierra.
(De “De La Pampa a los Estados Unidos“)
Los progresos de la medicina y de la bioingeniería podrán considerarse verdaderos logros para la humanidad cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios y dejen de ser un privilegio para las minorías.
(Buenos Aires, Congreso de Bioingeniería, 1999)
Estoy convencido de que a esta sociedad consumista, cegada por el mercado, la sucederá otra que se caracterizará por el hecho trascendente de que no dejará de lado la justicia social y la solidaridad.
(Congreso de Bioingeniería, 1999)
En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad.
(Congreso de Bioingeniería, 1999)
Es necesario insistir una vez más que si no estamos dispuestos a comprometernos –principalmente los universitarios– a luchar por los cambios estructurales que nuestro país y toda Latinoamérica demanda –principalmente en educación y salud– seguiremos siendo testigos de esta sociedad injusta donde parece que el tener y el poder son las aspiraciones máximas.
(De “Recuerdos de un médico rural“)
Existe en el país enorme cantidad de tierra improductiva –mucha de ella fiscal– a la que hay que agregar en estos últimos años centenares de miles de hectáreas que están allí, al lado de los diques construidos desde Cabra Corral hasta El Chocón, esperando la mano del hombre para derramar el agua y traer progreso al país.
Sabemos, por ejemplo, que medio millón de hectáreas bajo riego en California produce la inmensa mayoría de vegetales que consumen los 220.400.000 habitantes de Estados Unidos de América. Es fácil predecir lo que se podría hacer transformando más de dos millones de hectáreas dormidas al pie de nuestros lagos con el esfuerzo mancomunado del hombre y del Estado.
(De “Recuerdos de un médico rural“)