Es conocido el amor que Manu Ginóbili siente por nuestra ciudad, a la que ha calificado en más de una oportunidad como “su lugar en el mundo”. El bahiense reafirma su afecto por nuestras playas cada verano, en sus estadías con familia o amigos, en las que aprovecha a conjugar el disfrute del mar con la práctica de ciclismo y tenis, sus deportes favoritos tras su retiro del básquet profesional.
Esa afición por Monte aflora también cada vez que el ex jugador de la NBA habla sobre su vida personal. Así fue como en los últimos días nos enteramos de otra de sus actividades predilectas por estos lados: acampar con amigos.
Durante un evento que encabezó en Córdoba, como embajador de una pick up, el mejor basquetobolista argentino de todos los tiempos contó que una de las razones por las que elije usar ese vehículo cada vez que viene a la Argentina es que le permite “andar en los médanos, en Monte Hermoso”.
“Con mis amigos dos veces al año acampamos en la playa, a 20 kilómetros de Monte, comemos un asadito y nos quedamos a pasar un día completo”, relató, y contó una anécdota muy particular: “Una vez dormí en la caja, pasé una noche ahí. Como nunca armé una carpa en mi vida, me llevé colchoncito, me tapé y obviamente abierta la puerta porque las patas no me entran. Le puse la capota por si llovía, la pasamos genial, es mi carpa también”.
Agenda propia
Tres años y medio después de su último partido profesional, el ex emblema de los San Antonio Spurs, habló sobre cómo transita el retiro. “Es mejor de lo que imaginaba. Siendo tan inquieto y tan competitivo, pensé que me iba a costar mucho la falta de vestuario. Estoy disfrutando de este tiempo enormemente con mi esposa y mis hijos. Disfruto de disponer de mi agenda”, describió.
Ese diseño propio de la utilización de su tiempo, lo tiene por estos días nuevamente en nuestro país y seguramente lo traerá muy pronto a las playas de “su lugar en el mundo”.