En estos tiempos de redes sociales y de la expresión de emociones, enojos, halagos y destrato por Internet, los trolls tienen total vigencia.
Se trata de personas que hacen críticas por las redes para provocar controversias, enfrentamientos, llamar la atención, molestar, herir emociones. Son disruptivos y generan conflictos porque sus comentarios son provocativos. Molestan a los demás, producen un intercambio de dichos para conseguir riñas, con insultos y palabras hirientes, que son moneda frecuente.
Molestan a los demás, producen un intercambio de comentarios para conseguir enfrentamiento y los insultos y comentarios hirientes son moneda frecuente.
Están dirigidos a personas concretas: políticos, personajes famosos, artistas; pueden ser empresas o marcas. Cuando una persona se convierte en víctima o es acosada sistemáticamente hablamos de ciber acoso.
Además de los tipos de trolls mencionados, encontramos:
– Trolls sádicos: su objetivo es humillar y hacer daño. Centran su ataque sobre una persona o unas pocas, sacando de contexto cualquier respuesta que les den a sus comentarios, tratando de hacerles quedar a ellos como los malos, para que otros usuarios les ataquen también.
– Troll zombie: aquel cuyo mensaje siempre insiste sobre el mismo tema, repitiendo los mismos mensajes una y otra vez, sin contra-argumentar realmente. No es muy inteligente pero si muy molesto.
– Troll vampiro: se trata del ciber acosador. Se obsesiona con algunas víctimas y comienza a seguirlas y rastrearlas por Internet; irá allí donde estas tengan presencia y las atacará continuamente. Hostiga sin descanso a su víctima, haciéndole daño, incitando a otros a atacarla en Internet; se vuelven agresivos.
– Troll disruptivo: aquel que interrumpe la conversación y comenta algo que nada tiene que ver con el tema que se está tratando.
– Troll erudito: es el que emplea sus comentarios con tono superior para demostrar sus conocimientos sobre un tema o temas en concreto. Quiere dejar en claro que sabe mucho sobre algo.
– Troll novato: está iniciando su carrera de troleo y no suele ser muy efectivo. Pero de a poco irá aprendiendo.
– Trolls busca follows: no suelen tener una opinión o ideología concreta sobre nada y lo único que persiguen es conseguir nuevos seguidores con sus comentarios. Su táctica se basa en generar ruido y controversia de cualquier tipo, para lograr esos seguidores.
– Trolls sarcásticos: usan la ironía y los comentarios mordaces para crear enfrentamientos. Emplean memes y son ingeniosos.
– Trolls suplantadores de identidad: se hacen pasar por otra persona para perjudicarla publicando en su nombre o creando un perfil que es una farsa o parodia para humillarlo y atacarlo. También pueden crear perfiles falsos para engañar a otros usuarios, ganarse su confianza y después exponerlos en redes públicas para humillarlos.
En esta nueva era de las tecnologías todos somos probables víctimas o quizás no. Porque los trolls actúan con personajes (personas y empresas) que son muy leídas.
No obstante eso, a veces a nosotros, como personas comunes, se nos dificulta responder. Muchas veces no queremos perder la paciencia, no queremos responder con agresividad y violencia. Otras veces no podemos por nuestro trabajo o el lugar que ocupamos en alguna entidad.