Monóxido de carbono: recomendaciones para prevenir el riesgo de intoxicaciones y sobre cómo actuar ante síntomas

La proximidad de jornadas de más frío impone tener muy en cuenta los riesgos que entraña este enemigo invisible 

Recomendaciones para prevenir la intoxicación por Monóxido de Carbono

Con la llegada de los días de temperaturas bajas, las autoridades municipales difundieron información tendiente a repasar las medidas de prevención y sobre cómo proceder ante los primeros síntomas de intoxicación.

¿Qué es?

Denominado “el enemigo invisible”, el monóxido de carbono es un gas muy tóxico e imperceptible, ya que no tiene olor, color, ni sabor, y no irrita los ojos ni la nariz, pudiendo estar presente en el ambiente sin que nos demos cuenta.

Por eso, es muy importante conocer los primeros síntomas de intoxicación y las medidas de prevención, ya que es totalmente evitable.

¿Qué artefactos del hogar pueden liberar monóxido de carbono?

Calefones; termotanques; cocinas; calefactores a gas, kerosén, leña o carbón; parrillas; calderas; motores de combustión (vehículos o grupos electrógenos, por ejemplo).

La escasa ventilación de los ambientes y el mal funcionamiento o inadecuada instalación de los artefactos aumentan el riesgo de intoxicación.

¿Qué síntomas genera la inhalación de monóxido de carbono?

Dolor de cabeza, somnolencia, mareos, debilidad o cansancio, náuseas, vómitos, pérdida del conocimiento, dolor de pecho, palpitaciones o convulsiones.

Ante la presencia de síntomas, ventilar de inmediato el ambiente, apagar la fuente y trasladar a todas las personas que estén en el domicilio al aire libre. Luego, concurrir al centro de salud más cercano.

¿Cómo evitar la intoxicación por monóxido de carbono?

– Verificar el buen estado de la llama de gas: debe ser de color azul, con los extremos transparentes.

– No mantener el motor del auto en funcionamiento cuando el garaje está cerrado. Si el garaje está conectado al resto del hogar, cerrar bien las puertas.

– No dormir con llamas o brasas ardientes. Encenderlas y apagarlas fuera de la casa, además, evita el riesgo de incendios.

– No dejar recipientes con agua sobre la estufa o cocina sin prestar atención, ya que un vuelco puede alterar o apagar la llama.

– Mantener los ambientes ventilados. Airear toda la casa una vez al día. Dejar siempre una puerta o ventana entreabierta, tanto de día como de noche.

– Controlar el buen funcionamiento de los artefactos de calefacción.

– El calefón no debe estar en el baño ni en espacios cerrados o mal ventilados.

– No encender motores de combustión (grupo electrógeno o moto sierra, entre otros) en ambientes cerrados, sótanos o garajes.

– No usar el horno o las hornallas para calefaccionar los ambientes.

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