La prórroga en los permisos para que los propietarios no residentes de Bahía Blanca, a partir del decreto que ordena el retroceso de fase, generó desilusión y cuestionamiento en los afectados.
Cierto es que el Protocolo vigente para el ingreso establece que el permiso está limitado a quienes residan en localidades que se encuentren atravesando las fases 4 o 5 de administración del aislamiento, pero reclaman por la violación del acuerdo alcanzado el 17 de septiembre pasado.
Es que ese día, cuando se produjo la movilización en caravana hacia el balneario, luego de la reunión mantenida por un grupo de no residentes con el secretario de Gobierno, Hernán Arranz, y el asesor legal del municipio Mariano Prieto, en representación del intendente, se firmó un acta del acuerdo alcanzado para habilitar el registro y posterior ingreso a partir del 21 de septiembre.
Durante las negociaciones, los funcionarios municipales dieron su palabra en cuanto a que el compromiso se mantendría incluso si la situación sanitaria de Bahía cambiaba, tal como puede comprobarse en los videos que los peticionantes hicieron públicos.
Ante la evidencia, el malhumor de los bahienses volvió a crecer y la bronca se acentuó.