Para la Organización Meteorológica Mundial el año 2023 será “casi con toda seguridad el año más cálido jamás registrado” después de que octubre batiera récords de temperatura.
El vaticinio está fundado en la incidencia del cambio climático estimulado por actividades humanas que emiten gases contaminante y por el efecto del fenómeno de El Niño.
En tanto, el Servicio Meteorológico Nacional prevé que en los próximos tres meses gran parte de la Argentina tendría temperaturas más altas que el promedio y podrían desarrollarse olas de calor, fenómenos extremos que pueden afectar la salud humana.
“En algunos casos, podrían darse olas de calor muy localizadas”, le dijo al sitio Infobae Cindy Fernández, difusora del organismo, recordando que durante el verano pasado hubo 10 olas de calor en el país. Una de las más impactantes ocurrió desde el 28 de febrero hasta el 20 de marzo de este año, principalmente en la zona centro del país, así como también en las zonas norte y litoral.
Ahora, desde hace varios días, una ola de calor agobia con temperaturas sofocantes a ciudades como Río de Janeiro, Brasil, donde informaron que se registró sensación térmica que alcanzó hasta un máximo de 58,5°C. En 15 estados del sureste, centro-oeste y parte del norte del país, además de la capital, Brasilia, rige una alerta del Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) por el calor extremo.
“Prácticamente todo el planeta ha sufrido olas de calor este año. La aparición de El Niño en 2023 aumentará enormemente la probabilidad de que se sigan batiendo récords de temperatura, provocando más calor extremo en muchas partes del mundo y en el océano, haciendo que el desafío sea aún mayor”, afirmó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Qué puede pasar en Argentina
De acuerdo al Servicio Meteorológico, en la Argentina está empezando la temporada más cálida del año y hay gran expectativa por las lluvias.
En los últimos días, algunas provincias tuvieron una gran recarga del suelo por las recurrentes lluvias que afectaron el Litoral argentino. “Y aunque otras zonas todavía presentan un débil déficit hídrico, se espera que de a poco el panorama comience a mejorar a medida que avancemos en la temporada de lluvias”, aclararon.
Para el trimestre noviembre, diciembre y enero se esperan temperaturas más altas que lo normal en el norte y noroeste del país, región del Litoral, Córdoba y Santa Fe, mientras que en La Pampa y provincia de Buenos Aires se prevé que las temperaturas sean de normales a más cálidas de lo habitual. En Cuyo y Patagonia, las temperaturas serán, en promedio, las esperadas para la época.
En cuanto a las lluvias durante esta temporada, los expertos en meteorología determinaron que hay una mayor probabilidad de registrar lluvias superiores a las normales sobre la región del Litoral y este de Buenos Aires.
Además, en esta zona también pueden favorecerse los eventos con lluvias diarias muy intensas, por lo que se recomienda consultar periódicamente el Sistema de Alerta Temprana.
En el centro-oeste de Formosa y Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, oeste de Santa Fe, este de San Luis, La Pampa, oeste de Buenos Aires y noreste de Patagonia es esperable tener una temporada con lluvias normales a superiores a las habituales.
En Cuyo y noroeste de Patagonia las condiciones serán las acostumbradas, mientras que se espera que las precipitaciones sean menores a las normales en las provincias del NOA y el sur de Patagonia.
El Niño en Argentina
En la misma nota del medio citado, se afirma que el fenómeno de El Niño está actualmente en condiciones de “moderado”, pero “podría alcanzar una intensidad fuerte en el verano”, según José Luis Stella, experto en climatología del Servicio Meteorológico Nacional. Si alcanzara esa intensidad fuerte, implicará más lluvias que el promedio en Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Misiones, Formosa, Entre Ríos, Chaco, provincia y ciudad de Buenos Aires, en Argentina, como en Paraguay y sur de Brasil.
Según la última actualización de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se espera que el actual fenómeno de El Niño dure al menos hasta abril de 2024, influyendo en los patrones meteorológicos y contribuyendo a un nuevo aumento de las temperaturas tanto en tierra como en el océano.
El Niño se desarrolló rápidamente durante julio y agosto, alcanzó una intensidad moderada en septiembre de 2023 y es probable que alcance su punto máximo entre noviembre de este año y enero de 2024. Existe un 90 por ciento de probabilidades de que persista durante el próximo invierno del hemisferio norte y el verano del hemisferio sur, señaló la agencia internacional.
El fenómeno El Niño se produce, en término medio, cada dos o siete años y suele durar entre nueve y doce meses. Se trata de un patrón climático natural asociado al calentamiento de la superficie oceánica en el Pacífico tropical central y oriental, pero se produce en el contexto de un clima alterado por las actividades humanas.