Hasta pocas horas antes de la decisión de instalar en Río Negro la planta de Gas Natural Licuado (GNL), el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alejandro Dichiara, siguió impulsando a Bahía Blanca como destinataria de la inversión.
“Yo estoy convencido de que este es un tema político, aunque falta saber la palabra de Petronas. Los que ponen el dinero tienen el 50% de la decisión”, le dijo a un medio bahiense el martes.
En sintonía con el gobernador provincial no fue muy cauto con sus declaraciones: “El presidente de la nación no quiere a la provincia de Buenos Aires y no quiere a Bahía Blanca, tal como ya había quedado demostrado cuando fue por el temporal y les dijo a los bahienses que se arreglen como puedan”, apuntó el ex intendente de Monte Hermoso.
Aunque se mostró más contemplativo al asegurar que “desde la Legislatura se va a aprobar que Bahía Blanca pueda ofrecer a Petronas las mismas condiciones que Río Negro”.
Kicillof
Ya conocida la noticia, el gobernador bonaerense brindó el miércoles una conferencia de prensa en la que cargó contra Javier Milei por la pérdida de la provincia de la inversión millonaria de YPF y Petronas: «Estamos ante un hecho de enorme gravedad, ante una verdadera irresponsabilidad del presidente».
Afirmó Axel Kicillof que “por más de que se trata de una empresa del orden privado, los directivos de YPF son funcionarios del presidente Milei. Ayer algunos decían sorpresa o puja, pero lo que observamos es que los funcionarios del presidente tomaron decisiones dictadas por Milei».
También calificó como “un hecho de enorme gravedad, una verdadera irresponsabilidad por parte del presidente de la nación», convencido de que “la localización de la planta de GNL no se definió por la adhesión o no de la provincia de Buenos Aires al RIGI. Es mentira: si la empresa entra al RIGI nacional, obtiene los beneficios impositivos, jurídicos, asociados a la disponibilidad de los recursos y divisas, más allá de que la provincia adhiera o no”, sostuvo.
La oposición
Los radicales de la sexta sección, que trabajaron mucho para que se ratificara al puerto de Bahía Blanca para el desarrollo del proyecto, afirmaron ahora que “con esa decisión nuestra región perdió una inversión histórica, se esfumaron 50 mil millones de dólares, negó la creación de hasta 16.000 puestos de trabajo directo e indirecto, todo por la tozudez de Kicillof que privilegió su enfrentamiento a Milei antes que el bien común de los bonaerenses”.
Tajantes, aseveraron: “Kicillof fue decisivo para que la planta de GNL se vaya de Bahía Blanca a Rio Negro. Esta actitud no hace más que refrendar una actitud de antipatía de su parte para con esta región de la provincia, la única en la que perdió en las elecciones de 2023”.
Susbielles
El intendente bahiense, Federico Susbielles, también brindó una conferencia de prensa este miércoles en la que sostuvo “Había un título tallado en piedra y lo que hicieron fue confirmarlo. Bahía Blanca había sido elegida como el sitio para este proyecto en 2022, cuando YPF reservó 1.500 hectáreas de tierra en la ciudad. Bahía Blanca sobrecumplió los pedidos que YPF y Petronas hicieron en estos siete años de trabajo. Este trabajo articulado generó que la ciudad garantice las condiciones legales, impositivas y técnicas que el proyecto requería”.
Evaluó también que “los tiempos y la comunicación estuvieron muy atravesados por la política, no eran los tiempos que YPF había planteado. Materialmente, no hay manera de hacer los estudios que deben hacerse para poder terminar de evaluar en profundidad esta situación”.
Explicación de las empresas
Mientras tanto, YPF y Petronas informaron en un comunicado conjunto las razones de la elección que ocurrió luego de analizar los resultados de la consultora Arthur D. Little, contratada especialmente para el análisis comparativo.
«Este proyecto sería una de las iniciativas privadas más importantes de la historia de nuestro país. Es una obra de más de 30.000 millones de dólares y permitiría que la Argentina se transforme en el quinto mayor productor de GNL del mundo», explicaron las empresas.
«Por esta razón, la decisión sobre la locación del proyecto requirió de un trabajo técnico muy minucioso y exhaustivo, tomando todas las variables técnicas, económicas, ambientales, geográficas, fiscales y regulatorias», sostuvieron, mencionando que «la zona de Sierra Grande aparece como mejor opción por la menor longitud de los gasoductos necesarios para transportar el gas natural desde Vaca Muerta”.
Entre otras ventajas, mencionaron “la existencia de una mayor profundidad marítima, que disminuye la necesidad de dragar para lograr el calado para la operación de los buques previstos; la amplia disponibilidad de terrenos y las bajas interferencias con otras actividades sociales y económicas; la posibilidad de contar con una operación portuaria dedicada y la sinergia con el desarrollo de infraestructura local con el proyecto del Oleoducto Vaca Muerta Sur; entre otras».