A pocos días de que se cumplan dos años desde que completó su mayor desafío deportivo, el cruce de los 7 lagos del sur argentino sin más protección que su traje de baño, mantuvimos una charla con Daiana Farrer, la reconocida nadadora de aguas heladas.
En medio de aquella hazaña, con la alegría de estar cumpliendo su mejor sueño hasta entonces, Daiana, a quien mencionaban como “la dama de las aguas heladas”, bromeó autodenominándose “la dama de los sueños helados”.
Algo de la actualidad de la deportista montermoseña es conocida y ha sido registrada en estas páginas, como su maternidad o la creación del Parador Escuela que gestaron y llevan adelante con su pareja, Jonatan Millán, donde dan clases de natación, surf y stand up paddle, y en el que instalaron una sala de sauna. Pero nada mejor que sea ella la que cuente su presente y su futuro.
Siempre el mar
Daiana nunca abandonó su preparación, incluso estando embarazada: “Mis entrenamientos los fui adaptando a lo que podía hacer y hace dos o tres meses volví al agua; Juana ya es un poquito más grande, al principio lloraba y no me sentía cómoda con esa situación, estaba en el agua con la cabeza en ella; recién ahora se queda con su papá y se queda bien, me esperan afuera, hacen la función de segundos, que son los que vigilan y acompañan, los que cuidan”, cuenta.
“Muchos me han preguntado ‘¿podés meterte en invierno al mar ahora que estas embarazada?’ ‘¡Si! Claro que si’, les respondía. Desde el momento en que supe que éramos dos en el agua, tomé la decisión de no presionarme si no tenía ganas de exponerme al frío ni nadar grandes distancias ya que me agitaba y me cansaba más rápido”
Hace siete años –dice– que toma la temperatura del mar “todo el año, y como el mar está frío, no es una locura, me encanta, eso me hace feliz y no podía no nadar, así que estoy metiéndole un poco más seguido estos días mientras Juana y Jona me hacen el aguante”.
– ¿Estás planeando retomar la competencia?
– Este año no, estoy volviendo a entrenar de a poco. Considero que podría nadar, ir a los eventos y nadar, pero no lo haría de la mejor forma, o por lo menos como a mi me gustaría y obtener buenos resultados, entonces prefiero enfocarme bien en hacer una buena vuelta, en volver a agarrar ritmo, en poder volver a nadar más seguido y sí me gustaría en el 2026, hay un mundial en Finlandia de la Winter Swimming Association, que es una de las asociaciones internacionales para las que nado y me gustaría participar, tengo ahí un changüí interesante como para ponerme a punto.
“Por otra parte –agrega– el año que viene, en enero, en Molveno, Italia, se va a llevar a cabo el sexto mundial IISA, que es la International Ice Swimming Association. Yo soy nadadora de esa organización, aunque no voy a participar por lo que decía, porque es un mundial muy picante y hay que tener un nivel de entrenamiento interesante, además de que hay que cumplir con determinados tiempos que se exigen por prueba”.
Sobre esa asociación, nos cuenta que “a partir de que cada vez hay más nadadores interesados, la IISA global decidió que cada país seleccione sus nadadores para que vayan a participar a este mundial, así que junto con Ailen Lascano Micaz, Lucas Benítez y Victoria Mori, que integramos la junta directiva de la IISA argentina, estamos en el proceso de selección para este mundial, le estamos dedicando mucho tiempo, mucha energía, porque queremos que el proceso sea lo más transparente y justo para todos los postulantes”.
– ¿Y cómo va la actividad en el Parador?
– En la escuela sigo dando clases, también acomodando los tiempos por mi maternidad, por los requerimientos y las necesidades de Juana, y la idea es apuntar a que cada invierno puedan venir nadadores de otros puntos del país a disfrutar del mar y también a recuperarnos en el sauna seco que para nosotros es una herramienta súper importante y la tenemos acá, con una vista al mar preciosa, así que dándole mucha rosca al tema de la escuela, al sauna, las clases de Jona y todo acomodado a Juana, que por ahora para nosotros es la prioridad.
Justamente Jonathan le recuerda que olvidó mencionar algo: “El año pasado terminé una certificación de la Universidad del Litoral, el instructorado en Natación, así que tengo algunas personas a las que entreno a distancia, que me eligieron para que planifique sus entrenamientos de natación, uno es de Capital Federal, que hace ultra maratón, y una chica de Ushuaia. Para mí es un desafío tremendo, me encanta seguir la evolución de otro deportista”.