Hay una idea extendida de que las mayúsculas no se tildan. Incluso, hay quienes defienden esa convicción a capa y espada.
Sin embargo, incitada por esa controversia, la Real Academia ya hace un tiempo ha saldado la cuestión, aclarando que las mayúsculas se acentúan obligatoriamente cuando la palabra lo requiera, se trate de una mayúscula inicial o de una palabra escrita en mayúsculas en su totalidad.
La práctica de no incluir tildes en las mayúsculas es propia de épocas ya superadas hace tiempo, de cuando se componían textos de forma manual en las imprentas, por la imposibilidad fáctica de “colgar” las tildes, dado que se utilizaban tipos móviles, moldes metálicos que debían ordenarse en la secuencia correcta para reproducir el texto deseado.
También se conservó esa anomalía con el uso de las máquinas de escribir, fundada en otras razones, en casos de tipo estético.
La regla de acentuar de forma gráfica las mayúsculas se aplica, como quedó dicho, para palabras escritas en su totalidad con mayúsculas («ATENCIÓN», «PERÚ») como para aquellas con mayúscula inicial, como por ejemplo «Ángel», «África», «Óptima».
Con frecuencia nos encontramos frases como El actor fue fotografiado en Los Angeles, Epico triunfo del equipo local o CAPITULO 1: Erase que se era, cuando lo adecuado es escribir El actor fue fotografiado en Los Ángeles, Épico triunfo del equipo local y «CAPÍTULO 1: Érase que se era.
La única excepción a la regla son las siglas escritas siempre enteramente con mayúsculas, que no llevan nunca tilde, como por ejemplo CIA (a pesar de que contiene un hiato que exigiría acentuar gráficamente la i) o IPC (aunque la inicial de la palabra, índice, que forma la sigla lleve tilde).