En conocimiento de la existencia de ese listado de comerciantes montehermoseños que estarían a favor o no de permitir el ingreso a los propietarios no residentes (con el consiguiente llamado a un boicot a los que figuran como opuestos a la apertura), la postura de este medio fue omitir cualquier referencia a esa noticia.
Ahora, en el seno de la agrupación que reúne a los no residentes que pugnan por ingresar a controlar y acondicionar sus hogares (nuclea a más de 5 mil adherentes), ha surgido un punto de vista muy criterioso que merece ser difundido.
“Algunos estamos preocupados por la circulación de una lista de comerciantes de Monte donde se menciona a los que están a favor de que ingresemos y los que no. El mensaje es: estos últimos agárrense porque jamás entraremos a sus negocios…”
Así comienza su comunicación uno de los gestores de la organización, un bahiense que se identifica como “Turco Nata” (alias que utiliza para interactuar en las redes sociales), y lo que sigue son los párrafos centrales de su propuesta.
“Me preocupa eso de las listas. Nos preocupa a varios. Estamos angustiados desde hace meses; nos sentimos insultados hasta el hartazgo por una dirigencia política de esa localidad que hasta ahora lo único que demostró es su ineptitud para enfrentar un problema que de entrada, no era tan difícil de resolver.
«Usemos la cabeza y el corazón. Con la cabeza nos daremos cuenta de que todos queremos lo mejor para todos, de que nadie rechaza a nadie»
Se dedicaron a sembrar rechazo: que los de Bahía no nos cuidamos (no como ellos… ellos, sí se cuidan… lo escuchamos decir frente a las cámaras), que vamos de turismo, que las casas de veraneo, a repartir bronca hacia nosotros.
Pero dejemos de lado a la clase dirigente que nos tocó. Gente, la angustia tuya es la mía y es la del comerciante de Monte. Salvo raras excepciones los demás son ciudadanos de bien que solo quieren vivir en paz y sin hambre.
¿Con qué derecho les exigimos responder si están a favor o en contra de? ¿Con qué autoridad los metemos en una lista cuando aparentemente a algunos no se les ha preguntado opinión al respecto? ¿Y si no quiere contestar? ¿Y si resulta que tiene tanto miedo (por todo lo que le vienen diciendo, que no es poco) que ni siquiera está seguro de lo que quiere? ¿O es que también perdimos el derecho a dudar, a equivocarnos, a meter la pata, a cambiar de idea?
Usemos la cabeza y el corazón. Con la cabeza nos daremos cuenta de que todos queremos lo mejor para todos, de que nadie rechaza a nadie, de que todo esto es el resultado de una división horrible, orquestada desde ya sabemos dónde. Con la cabeza nos daremos cuenta de que el camino correcto es el camino de la palabra y del derecho. De la unión».
“Con el corazón nos daremos cuenta de que somos buena gente, todos (acuérdense que habíamos dejado a la clase dirigente de lado, por un ratito); los de allá y los de acá queremos lo mejor para Monte, para los que viven allá y para los que vivimos acá. Los jóvenes de Monte vienen a estudiar aquí, los enfermos vienen a Bahía a realizar sus cirugías y sus tratamientos; los de acá vamos para allá. A disfrutar o a trabajar y a dar trabajo, a gastar y producir y comprar… y allá hay amigos, gente linda, algún novio o novia, quizá un vecino adorable, quizá una chismosa en la vereda… como en el mundo, igual que en el mundo».
«Allá hay amigos, gente linda, algún novio o novia, quizá un vecino adorable»
«Con la cabeza afirmamos que un intendente es elegido para que administre una localidad. Nosotros somos contribuyentes de esa localidad y nos hemos sentido insultados, ninguneados, vapuleados, descartados; desde marzo. Nunca una respuesta. Nunca de parte de él un intento de comunicación. O de empatía. Al contrario: siempre se encargó de sembrar más y más discordia. O sea, no le importa la gente. Ni la de acá, ni la de allá, ni la del otro lado. O sea, esto del listado es consecuencia del pésimo manejo de ese señor. No nos subamos allí”.