Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), una de las cuatro entidades del agro que conforman la Mesa de Enlace, emitió un crudo cuadro de situación y de la incidencia que tendrá en la economía argentina, reclamando medidas al gobierno que asuma en diciembre dado que el actual “ha implementado poco y nada”.
Lo que sigue es la trascripción del comunicado recibido en nuestra redacción.
La sequía y las altas temperaturas récord han impactado de lleno en la producción: según la Bolsa de Cereales la soja tendrá un rendimiento de 25 millones de toneladas frente a 44 millones de 2022 y la producción de maíz alcanzará ahora 36 millones de toneladas cuando el año anterior fue de 52 millones.
Será el resultado más bajo desde 2001. En 2018/19, la producción de granos había sido de 137 millones de toneladas; para este año se estiman 84 millones, unas 50 millones menos.
El stock vacuno ha sufrido pérdidas irreparables por incendios, falta de pasto y agua, sobre todo en la provincia de Corrientes y en otras también. Lo mismo ocurre con la producción láctea, con los mismos problemas.
En 2023 se perderán ingresos de exportación del orden de 21.000 millones de dólares, una caída de 45 por ciento de las exportaciones agroindustriales totales. El problema de la falta de reservas del Banco Central argentino se agravará, faltarán más importaciones y los problemas en la cadena de pagos del sector agropecuario serán severos, en todo el país.
El gobierno anunció, el 31 de enero pasado, antes del agravamiento de la sequía, una serie de medidas tributarias y crediticias pero hasta ahora se ha implementado poco y nada.
Desde CRA le queremos recordar al nuevo gobierno que asuma el 10 de diciembre que en abril de 2018 el gobierno anterior al actual entró en crisis de balanza de pagos, con cesación de colocación de deuda pública voluntaria internacional por la desconfianza, básicamente debido a la sequía de esa campaña, entre otros problemas. Luego debió recurrir al FMI y la economía no se recompuso más desde entonces.
Con las retenciones, este gobierno no nos escucha; se lo decimos al próximo: al eliminarlas gana el país.
Un informe realizado por Ernesto O’Connor, economista jefe de CRA, demostró, por ejemplo, que al eliminar las retenciones al trigo desde 2016, la superficie sembrada pasó de tres a siete millones de hectáreas de producción del cereal.
Sería bueno repetir aciertos, no errores, eliminando las retenciones y dando un impulso exportador con convicción a toda la producción agropecuaria y de economías regionales. Además, con un tipo de cambio único.