Siete frases que retratan a Sara Facio, admirable fotógrafa argentina que falleció a sus 92 años

Siete frases que retratan a Sara Facio, admirable fotógrafa argentina que falleció a sus 92 años

Este martes 18 de junio falleció a los 92 años Sara Facio, retratista eximia, editora de grandes libros de fotografía, curadora y pionera de espacios que le dieron estatuto de obra de arte a la disciplina.

Mujer de sólida formación cultural, amante de las bellas artes y feminista, Sara construyó su estilo propio y apuntaló la consolidación de una fotografía argentina junto a su maestra Annemarie Heinrich, en sociedad con Alicia D’amico.

«Las tres éramos un jurado permanente: no salía una foto de nuestro estudio si no estábamos de acuerdo de que no nos daba vergüenza», admitió en una entrevista con el Ministerio de Cultura.

Su primer libro, Buenos Aires, Buenos Aires (1968), lo firmó con Heinrich y lleva un texto de Julio Cortázar. El retrato del escritor argentino que Facio le hizo dio vuelta al mundo como icónico de esa expresión aniñada y despreocupada.

Su trayectoria internacional, que atraviesa gran parte del siglo XX, la incluyen en muestras colectivas en el Centro Pompidou de París, el Palacio de Bellas Artes de México, Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, Casa de la Cultura de Kassel, Alemania, The Saatchi Gallery de Londres, Museo del Barrio en Nueva York, Shadai Gallery, Tokio, Museo de la Fotografía de Charleroi, Bélgica, Museo de Berlín en y los principales museos de la Argentina.

Con la donación del 25 por ciento de las fotografías de su archivo personal, Sara Facio creó en 1995 la colección de fotografía del Museo Nacional de Bellas Artes, durante la dirección de Jorge Glusberg. Cuando cumplió 90 años, donó todos sus libros de fotografía a la biblioteca del Museo Nacional de Bellas Artes.

En los últimos años, muy lúcida, Sara se aventuró a la fotografía digital pero admitía que se escapaba a su búsqueda: la verdad.

La iconografía cultural de un siglo pasó delante de su lente y, con implacable amabilidad, ejerció su convicción: las mejores imágenes, esas que tengan una mirada personal. Nos legó todas sus imágenes y un trabajo comunitario, invaluable para todos los fotógrafos que llegaron después.

Siete frases

En abril de 2022, días antes de celebrar su cumpleaños, en un diálogo extenso, Sara Facio le dijo estas cosas a la periodista March Mazzei.

Vida privada

“Todo lo que sea vida privada, por ejemplo, para mi es infotografiable. Yo me asombro hoy de ver películas norteamericanas –ellos que fueron siempre tan pacatos–, que ocurren completamente en la cama. Parece que el escenario actual de las películas es la cama, ya no hay más grandes palacios”.

Libros de fotografía

“Antes de mi época, los libros de fotografía no existían. Cuando hicimos con Alicia D’Amico el primer libro, Buenos Aires, Buenos Aires (1968), fue una epopeya”.

La verdad

“Para mí la fotografía perdió una cosa importantísima siempre, la verdad, el hecho de que vos tomaste una foto a Cortázar pero para tomarle la foto tuviste que estar con él”.

Identidad regional

“Creo que Latinoamérica tiene identidad fotográfica, especialmente México y Brasil, que presentan fotógrafos fantásticos, de Graciela Iturbide a Sebastián Salgado, y toda la región también”.

Colaboradora con carnet

“Nunca trabajé en redacciones ni en ningún medio fija. Siempre fui lo que en el ámbito periodístico se llama “colaboradora”; en La Nación, “colaboradora permanente”, con carnet. Con Alicia ofrecíamos notas en forma independiente, con ideas nuestras, y tuve varias secciones permanentes en diarios y revistas (Clarín, Vigencia, Foto Mundo). Así y todo nunca integré ninguna redacción”.

Los jefes son varones

“No creo que la sociedad haya cambiado mucho pese a los adelantos logrados. Los varones siguen siendo los jefes y la mayoría. Y la sexualidad siempre está presente, tienen que demostrar su virilidad, pero debo decir que nunca fui acosada mal… obviamente insinuaciones y lances, pero mucho respeto, siempre”.

Feminismo de la igualdad

“Mi visión del feminismo es la igualdad de oportunidades y la libertad total. Así me educaron en mi casa y difícil encontrar a varones tan varones como mi padre y mis dos hermanos. Basta de mujer-objeto y a la medida de bajas pasiones varoniles. Jamás estar en contra del varón, sino junto a él cuando se desee. Siempre pensé eso y lo sigo pensando”.

Fuente y foto, Clarín

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