La naturaleza sigue produciendo materiales pétreos que son muy útiles ademas de hermosos para decorar las fachadas de nuestras casas y actualmente la piedra está siendo nuevamente utilizada en fachadas e interiores de la vivienda por ser un material noble.
Hasta hace poco tiempo, el costo para revestir fachadas con piedra era muy elevado. El costo de manejo de la piedra era alto, además de los costos de transporte hasta el sitio de su colocación. En los últimos años estos costos se han vuelto mucho más accesibles para casi cualquier bolsillo.
La piedra se corta ahora en finas láminas y en secciones mas chicas que son muy ligeras para ser transportadas a casi cualquier lugar. Además de que al ser tan livianas se pueden colocar mucho más fácilmente a los muros. Aunque puede ser un acabado de costo más elevado que la piedra falsa, la piedra natural siempre será mucho más atractiva y duradera que cualquier imitación.
Saber qué material es el mejor para la fachada de nuestra casa es importante ya que, en el futuro, nos ahorrará tiempo y dinero en reformas y mantenimiento y mejorará la eficiencia de la vivienda. Una fachada de piedra natural puede ayudarte a conseguir un revestimiento sólido, duradero y muy aislante.
La resistencia es la cualidad más conocida de la piedra natural. Si lo que queremos es una fachada que se mantenga inalterable en el tiempo, la piedra natural es nuestra mejor aliada. En los últimos años, la aparición de nuevas herramientas y técnicas para trabajar la piedra ha favorecido el desarrollo de nuevos sistemas constructivos para fachadas. La durabilidad y fácil mantenimiento de este producto garantiza que una fachada de piedra natural cuente con una inmejorable relación costo/beneficio.
Es un material totalmente versátil, que se adapta tanto a proyectos de arquitectura contemporánea como a construcciones más rústicas y tradicionales. La versatilidad de la piedra natural afecta tanto a los estilos como a los sistemas constructivos. Ya no hace falta técnicas de mampostería tradicional para colocarla sino que, cada vez más, los sistemas de instalación se han vuelto más sencillos, gracias también a la variedad de formatos disponibles en el mercado.
La arquitectura de nuestros pueblos y ciudades, tanto en la costa como en el interior, se caracteriza por la construcción de fachadas de piedra natural, procedente de canteras locales. Está disponible en una infinidad de variedades, desde las opciones más económicas hasta opciones lujosas. De la misma forma, la posibilidad de elegir entre texturas y colores en una amplia gama, desde los tonos más claros a los más oscuros, es otro punto a favor de la piedra natural.
Los cambios bruscos de temperatura, la exposición al sol, el contacto con la nieve, las lluvias intensas, las heladas o los vientos fuertes no son un problema, para este material constructivo, se adapta perfectamente a todo tipo de clima. Resiste inalterable en condiciones ambientales extremas gracias a sus propiedades naturales.
Se presta para compartir protagonismo con otros materiales como la madera, el aluminio o el vidrio. Otra cualidad es su capacidad para acentuar la estética de los otros materiales, generando un juego estético enriquecedor.
Es un material reutilizable. Si la estamos utilizando para una fachada de piedra pero llega un momento en que queremos instalarla en otro espacio de nuestra casa sólo tenemos que cambiar su ubicación. De esta manera, estaremos utilizando un revestimiento inalterable y de calidad para renovar el aspecto de un salón o cambiar el estilo de nuestra cocina.