Es un tema recurrente en la oficina de la Secretaria de Deportes, y más ahora que el SUPA atraviesa un promisorio presente en la Liga de Coronel Dorrego. Y como en el fútbol es ley el hecho de comparar equipos, proyectos y las épocas de antes con las de ahora, el recuerdo permanece fresco en la memoria de unos cuantos jugadores que pasan por el primer piso del edificio de Fruticultura (en el puerto) y exclaman con orgullo: “Yo fui parte del primer equipo del SUPA que salió campeón cuando se creó la Intersindical Bahía Blanca”.
El título corresponde al Preparación 2017, en categoría regulares, que el Rosa del puerto ganó en forma invicta y con un contundente 4-1 sobre la UTA en el cotejo final (disputado en el complejo de Químicos, en General Daniel Cerri).
En la Zona que compartió con AEC (Asociación Empleados de Comercio), Químicos A y Vialidad Nacional, los dirigidos por el siempre venerado y recordado Sergio “Turco” Marín, salió victorioso en los tres cotejos, con 15 goles a favor y apenas 2 en contra. Ese primer puesto le permitió llegar al duelo decisivo frente al representante de los “colectiveros” (líderes del otro Grupo), al que vapulearon definiendo el pleito en el primer tiempo.
En 2019 también se coronó en el Preparación venciendo en la final a Empleados de Comercio, pero en la retina queda ese primer título, el puntapié inicial -impulsado por el Secretario gremial del Sindicato Román “Pancho” Figueroa- para el progreso del fútbol, que en 2022 incursionó en la Liga de Villarino y hoy cumple su segundo ciclo en el fútbol dorreguense.
“En ese momento la competencia intersindical era famosa y muy popular, participaban interesantísimos equipos con refuerzos de la Liga del Sur. La idea de intervenir surgió de Martín Leguizamón y del recordado Turco (confeccionaron una bandera en su honor), que en la dirección técnica era secundado por su hermano Fernando, `Kiki´ para todos nosotros”, fue la apreciación inicial del capitán de aquel plantel: Sebastián Allegretta.
“Conformamos un equipo con todos afiliados al SUPA, uno de los requisitos que en ese momento pedía la organización para que te puedas anotar. Con nosotros estuvo Claudio `Turco´Apud, en ese entonces jugando en Huracán, quien nos dio el toque de calidad en algunos partidos. También estuvieron Dan Brian Scalco y Franco Antognoli, otros integrantes del Globito en la Liga del Sur”, resumió el central que ahora despunta el vicio en Veteranos C de la Comercial.
“Con el potencial que teníamos siempre fuimos candidatos, y eso que entre los titulares jugaban pibitos que tenían 10 o 15 años menos que nosotros, como Nahuel Acosta, goleador en aquel torneo y hoy siendo parte del SUPA en Dorrego”, destacó “Seba”.
-¿Que pasó que no pudieron repetir en el Oficial?
-Habíamos cumplido una aceptable campaña en la etapa regular, pero en el “mata-mata” tuvimos un mal día y quedamos eliminados a manos de Gastronómicos en los penales.
En ocho años, el fútbol del SUPA se profesionalizó (“Hoy es la envidia de cualquier club de la LDS”, reconoció el entrevistado), siempre con el apoyo incondicional de la Comisión Directiva comandada por Marcelo Osores y la unión de distintas voluntades para que a la actividad no le falte nada a la hora de competir.
A su alrededor, con el mate en la mano, estaba Beto Shell, actualmente como entrenador de la Reserva del SUPA pero con la “chapa” de haber sido un gran arquero en su época de jugador.
“Nos daba una mano en la logística, nada más, nunca salió campeón con el SUPA por más que él se acredite ese título. Era un simple colaborador, arquero en serio era el que teníamos, el que era siempre titular, Nicolás Macci, quien se quedó con la valla menos vencida en este certamen y tiene dos Copas en su haber”, disparó, con una sonrisa picarona, Sebastián, el 2 de aquel grandísimo cuadro.
Macchi tomó asiento y también recordó lo vivido en aquel primer semestre de un 2017 inolvidable: “Era un equipo con el ADN del SUPA, todos trabajábamos en el Sindicato y en la semana lo único que hacíamos era hablar del torneo. Muchos decían que la UTA tenía más que nosotros, pero en la final lo pasamos por arriba. Estábamos equilibrados en todas las líneas y metíamos muchos goles”, sentenció el “1”.
“Se daban partidos cerrados y reñidos, muy disputados. Había un gran nivel en la Intersindical, y todo lo que logramos fue gracias al grupo; esa fue la clave para crecer y potenciarnos”, describió.
A la mesa se sumó Emiliano Figueroa, para muchos el capitán sin cinta: “Lo mejor del equipo era el compañerismo y el amor al SUPA. El técnico ponía en cancha al que mejor estaba y todos tiraban para adelante”.
De volante central o creativo, “Emi” no se quedó callado: “Beto Shell no ganó ninguna Copa, es cierto, y Seba, muy ligero aquel año pero después alejado del fútbol por `mentirones´ y lesiones invisibles, hoy corre al ritmo de una tortuga, aunque nos sigue dando soluciones en el fondo”.
Emiliano, junto a Seba, Pablo Figueroa, Martín Leguizamón y “Kiki” Marín (DT) hoy conforman la plantilla del SUPA en Veteranos de la Liga Comercial.
“Ahora estamos todos prendidos con el andar del equipo en Dorrego. Tenemos la misma ilusión de cuando empezamos, siempre alentando y representando a un Sindicato que nos marcó a fuego para siempre”, resaltó Emiliano, actual tesorero del SUPA.
Además de los nombrados, también integraron aquel plantel: Rubén Rodríguez, Orlando Apud, Omar Duarte, Walter Molina, Santiago y Federico Badilla, Maicol Yáñez, Darío Giménez, Fernando Bugarini, Pablo Figueroa, Leandro Acuña, Walter Baldomé y el querido “viejo” Fabián Marín, el auxiliar que no faltó a ningún partido.