«Vi gente amontonada, pensaba que alguien se estaba ahogando, pero no. Apareció un tiburón bebé en Santa Teresita», describió uno de los tantos que subieron videos a las redes donde se aprecia a veraneantes tocando, alzando y hasta fotografiándose con un ejemplar marino.
El hecho ocurrió el sábado pasado y, de acuerdo a lo que afirman entendidos, se trataría de un cazón pequeño, una especie que puede llegar a medir dos metros de longitud.
Una mujer decidió intervenir para arrojar mar adentro al animalito luego de que la multitud reunida en el lugar se divirtiera viendo cómo jugueteaban con él o una pareja posaba y se besaba mientras lo sostenían con una mano.
Cuesta creer que a pesar de la profusa información sobre el modo de comportarse ante la aparición de ejemplares marinos sigan dándose casos como este.