La palabra maridaje significa «unión íntima o armoniosa de dos cosas entre sí». En el mundo de la gastronomía se refiere al arte de combinar con un determinado plato la bebida adecuada con el fin de conseguir la mejor sensación en el paladar al fusionar estos dos conceptos.
Seguro que más de una vez te has preguntado qué vino es mejor para acompañar pescados y mariscos. El correcto maridaje de estos alimentos con la bebida permite disfrutarlos más.
En cambio, si te equivocás podés ocultar el sabor de uno. Para que no sea así, te explico cuáles combinan bien y te ofrecemos una selección de algunos de ellos. De este modo, te será más fácil deleitar al paladar.
Uno de los tópicos y creencias más extendidas es que el vino tinto solo se utiliza para maridar carnes, mientras que los blancos son los que se utilizan para el pescado y los mariscos.
Esa sentencia que todos conocemos de sobra se forjó en el marco de una industria del vino acotada, que muy poco tiene que ver hoy con la realidad.
Los tintos y rosados
Argentina desarrolla más de cuarenta cepas de vinos diferentes, entre las cuales podemos encontrar tintos que por su ligereza, suavidad y texturas tranquilamente pueden maridar con pescados; y blancos que por su cuerpo y estructura, podrían también casar bien algunas carnes, no todas, por supuesto.
Los vinos tintos pueden combinar con pescado y mariscos siempre que los vinos no sean demasiado intensos y oculten el sabor de estos alimentos del mar.
Además, hay muchos maridajes posibles y cada persona puede experimentar en su paladar con la combinación que más les guste. No obstante, existen algunos que se sabe que casan bien con pescado y los mariscos.
Los tintos ligeros jóvenes y con buena acidez como el Pinot Noir y el Tempranillo; las uvas criollas y la Garnacha pueden ser una excelente alternativa para los frutos de mar. Los rosados tienen en los salmones y el Sushi su combinación más perfecta. También casan idealmente con cazuelas y pulpos.
Los espumosos y los blancos
Los espumosos son muy versátiles y pueden ser una gran opción para tomar pescados salados u ostras, de hecho el maridaje con ostras y espumosos es un clásico de todos los tiempos.
Los blancos siempre funcionan con estos alimentos por su suavidad. El pescado tiene una importante cantidad de yodo, para contrarrestar esta característica elegimos blancos frescos y sutiles como el Chardonnay o los secos y herbáceos como el Sauvignon Blanc.
Pero un sinnúmero de vinos blancos pueden ser alternativa ideal para realzar los sabores de mar: los sofisticados Albariño y Riesling, junto al aromático torrontés y el tropicalísimos Semillón, son algunos ejemplos que suelen casar muy bien.