«Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro santo Padre Francisco». Así anunció el Vaticano la muerte del Papa, producida a las 7.35 de la mañana de este lunes 21 de abril.
La noticia fue brindada por el cardenal estadounidense Kevin Farrell, el encargado de administrar la sede vacante, como se denomina al período, sin tiempo de duración estipulado, en el que los católicos del mundo se quedan sin cabeza visible.
«Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino», dijo Farrell.
La Oficina del Presidente Javier Milei emitió un comunicado oficial en el que «lamenta profundamente el fallecimiento del Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio», destacando «la incansable lucha de su Papado para proteger la vida desde la concepción, promover el diálogo interreligioso y acercar la vida espiritual y virtuosa a los más jóvenes».
En su cuenta personal de la red social equis, Milei escribió: «Con profundo dolor me entero esta triste mañana que el Papa Francisco, Jorge Bergoglio, falleció hoy y ya se encuentra descansando en paz. A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí.
Como Presidente, como argentino y, fundamentalmente, como un hombre de Fe, despido al Santo Padre y acompaño a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia».
Bergoglio había cumplido recientemente el 12º aniversario de su elección como primer Pontífice latinoamericano –el 13 de marzo de 2013–, mientras enfrentaba el desafío más difícil de sus 88 años de vida: recuperarse de una neumonía bilateral, complicada por otras patologías, que se vislumbraba muy larga y no exenta de ulteriores recaídas.